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Pilar Pequeño es autora de numerosas suites y sinfonías fotográficas de deslumbrantes superficies -de una belleza sorprendente y de una asombrosa precisión-, que son reflejo fiel de las dos grandes pasiones de la artista: Naturaleza y fotografía. Fotografías que son sentimiento, música, sensibilidad y ciencia.
En la presente exposición, Paisajes cercanos, Pilar Pequeño recrea imágenes del pensamiento y la memoria, pues estos lugares: paisaje,
... árboles, ríos, agua, piedras, están sometidos a su más estricto control: forman parte de su hábitat, son lugares en torno a ella, conoce esos paisajes a la perfección, pasea por ellos sola o con sus perros. Sabe del espacio y de sus tiempos (momentos) y, naturalmente, conoce la luz y sus precisos cambios - Jarama, enero 18,17 h. / Jarama, enero 18,21 h. (Color) -. Así, somete sus capturas a la atmósfera en el preciso instante, cuando le emocionan; o sobrecogen -Jarama, laguna, invierno (Color)-; o, simplemente, le gusta o le divierte lo que tiene ante ella: la carrera de uno de sus perros en Collado de la Quesera (Blanco y negro).
Todo en las superficies de Pilar Pequeño se corresponde con lugares específicos en un momento específico. Así, somete y evidencia cada toma a su mirada, su pensamiento, sus sueños:
'Para mí La Anaga es el bosque soñado. Por eso decidí incluir en Paisajes cercanos las imágenes: Anaga, bosque; Anaga, camino (Color).
Voy muy a menudo a Tenerife y me gusta recorrer sus senderos con calma, en silencio, únicamente roto por el sonido del viento, el gotear del agua o el canto de los pájaros. Es un bosque luminoso a pesar de su niebla, que frecuentemente tamiza la luz del sol.'
La totalidad de la exposición, tanto en blanco y negro, como en color, rebosa de amor a la naturaleza más próxima a la artista, a los paisajes que vive y la cautivan. Las obras que tenemos ante nosotros giran en torno a esa cercanía, se circunscriben, pues, a un ámbito de actuación muy concreto, para lo que es necesario, además, tener un dominio total de la técnica, un instinto ancestral, y amplios conocimientos sobre botánica y naturaleza.
Es suficiente acercarse someramente a la biografía de Pilar Pequeño para constatar la profundidad y solidez de su formación desde sus comienzos: ejercitándose como dibujante o pintando al pastel, componiendo, cuidando meticulosamente los contrastes... Su afán de claridad y precisión la condujeron, como no podía ser de otra manera a la fotografía, medio con el que transcribió directamente su visión sobre la naturaleza a sus negativos y copias. Mediante diversos proyectos fotográficos, auténticos compendios de naturaleza y técnica que la artista controla de principio a fin, ha creado una sólida y prestigiosa obra.
Y si nos acercamos aún más a su biografía, sabremos que Pilar Pequeño siempre ha estado atenta a las últimas y más enriquecedoras experiencias: se introdujo, incluso, en otros caminos fotográficos como es el de la fotografía documental, del que son una magnífica muestra alguno de sus trabajos en los Estados Unidos, en algunos de los cuales aborda, y muestra intensamente su fotografía intimista, ya sea retratando un interior, con un cartel de Edward Hopper, o, cuando se sumerge, aunque sea tangencialmente en un paisaje, o una simple y humilde florecilla más o menos enjaulada en una jardinera. Su obra ha sido siempre absolutamente personal, identificable. Y vocacional, desde sus comienzos, por más depurada y última que sea la tecnología que utiliza (digital desde 2009), y ella esté considerada como una de las grandes profesionales de la fotografía.
Lo grandioso y lo humilde. Bosques, ríos. El reflejo de una ladera boscosa en el agua de una laguna o un río. Una flor, una piedra... Una luz, sus reflejos... Ramas iluminadas... Captura y elige... e impresiona en blanco y negro o color las elegidas: reinventando texturas (ya antes experimentadas por ella: infinitas gradaciones de luz y sombra, posibilidades), a las que somete a un preciso control musical.
En la presente muestra podemos apreciar todo lo expuesto líneas arriba: sentimiento, poesía, pensamiento, técnica fotográfica, perfección. Si observamos atentamente los implacables cambios de luz que marcan las estaciones y las horas: primavera, verano, otoño e invierno: verde, viento, otros verdes, sol, lluvia, hielo: Pilar Pequeño evidencia que somete a su mirada la sensibilidad que la invade, y que nos transmite.
Dijo Ansel Adams: 'Una fotografía no se toma, se hace'.
Sus paseos, el camino, los paisajes cercanos. Su inquietud, su búsqueda: fragmentos de versos de Fray Luis de León: Y como codiciosa/ por ver acrecentar su hermosura/desde la cumbre airosa/ Una fontana pura/ hasta llegar corriendo se apresura/ Y luego, sosegada, /el paso entre los árboles torciendo, /el suelo de pasada/ de verduras vistiendo/ y con diversas flores va esparciendo.
Dice Ansel Adams: 'la técnica es el instrumento para comunicar una emoción'.
La emoción de estos Paisajes cercanos: paisajes de Pilar Pequeño: árboles, plantas, piedras, ríos... memoria...
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
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