Los formatos de las obras de Juan Ugalde siempre han estado condicionados por los lugares que habita.

Primero, en los años 80, entre Madrid y Nueva York, predominaban los lienzos de formato medio, fáciles de transportar y manejables en su estudio compartido con Patricia Gadea.

Después, en los 90, de vuelta a Madrid, alquila el ya mítico estudio del Paseo de las Delicias que le permite realizar obras de hasta dos metros que muestra en galerías como Buades o Fúcares.

Ya en la primera década de este siglo, tras fichar con la galería Soledad Lorenzo y entender que ese espacio estaba necesitado de obras enormes, traslada su estudio a una gran nave en El Escorial donde ha pintado dípticos de más de cuatro metros...

Pero desde hace un ... par de años todo ha cambiado.

Ugalde es ahora un artista nómada que vive entre Madrid, Viena y Berlín en espacios 'razonables' y ha adaptado sus formatos en consecuencia.

Actualmente trabaja en vídeos que graba con una pequeña cámara HD y monta en su Mac y pinta series de dibujos que caben en una maleta.

Pero, lógicamente, nada ha cambiado en sus obras. Juan sigue pintando sobre el soporte de turno, ahora papel, antes lienzos y pegando recortes de cómics, fotos, postales, baldosines... ahora plastelina.

Aquí está la esencia de Ugalde, sin importar el tamaño, sólo condicionado por el espacio vital.