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Paula Anta presenta su primera individual en la galería Aural donde muestra dos de sus últimas series fotográficas L'Arquitectura des Arbres, Edera y una intervención site specific. Paula Anta trabaja en series a partir de argumentos que luego desarrolla in situ. En muchas de sus series trabaja la fotografía transformando el propio espacio a fotografiar a través de la ... instalación. Para esos trabajos tiene que hacer investigaciones previas, de las que obtiene el programa de su trabajo. En este tipo de fotografía, que a veces se ha llamado 'documental conceptual' y otras 'fotografía de ficción', la preparación de la imagen es la clave del resultado. El Viaje, la Naturaleza y la Artificialidad unida a las Estructuras creadas por el hombre, la Historia y el Paisaje son los temas que configuran el camino de su obra.

L'Architecture des Arbres es una serie compuesta de 4 fotografías, de las cuales dos se exponen en esta muestra, realizadas a las instalaciones elaboradas en los distintos espacios del edificio de la Cité International de París. Plantea una escenografía mediante el juego de equilibrio entre naturaleza y arquitectura, donde la naturaleza, a través de la figura de una rama de árbol, se introduce en el espacio arquitectónico frío y casi aséptico, como un dibujo. De esta manera, naturaleza genera una convicción que contrasta con lo sólido del espacio. Se establece entonces, una relación entre ambos elementos, silenciosa, sutil, una incisión casi indolora. Por otra parte, a través del juego de luces artificiales y naturales, se crea la composición del espacio. Lo natural aparece poco a poco. La artificialidad del espacio real (sin alteración), con tonalidades que son el resultado, sin embargo, de una luz manipulada artificialmente, se rompe como una escisión suave a través de la luz natural de un exterior incierto.

De nuevo un paisaje interno, un espacio concreto: el residuo de una arquitectura donde nadie depara y, sin embrago, un lugar de paso. La artista apunta: 'El Viaje, la Naturaleza y la Artificialidad unida a las Estructuras creadas por el hombre, la Historia y el Paisaje son los temas que configuran el camino de mi obra. Jardines botánicos, palmeras en el norte de Europa (burbujas imaginarias de la burguesía positivista del siglo XIX), tiendas de vegetaciones de plástico en Corea, tímidas plantas en el centro de una oficina de Frankfurt, mariposas (unidades de incertidumbre) que son reproducidas de forma controlada en las azoteas de los barrios marginales de Lima, antiguas rutas orientales (cartografías olvidadas) que unen puntos geográficos entre occidente y oriente, rodean un vacío, o un camino, por el que viajo'.

Edera conforma una serie de fotografías donde la resistencia/invasión no se opone a lo delicado ni a la belleza. En esta serie la hiedra (hedera) invade de forma controlada la arquitectura, se entrelaza en el espacio, no deja a penas huecos, penetra grietas, asciende, desciende asegurando cada centímetro de pared. Posee el espacio desafiando a la arquitectura dejándola en segundo lugar. Sin embargo, ese desafío también es respeto, pues de alguna manera, se crea un manto o juego de superficie convirtiéndose en una especie de dibujo ponderando la extensión a invadir.

El negro en los elementos naturales los emplea como negación de la luz, tanto en las ramas como en la hiedra. Pero ratificada su existencia por la presencia de la luz que inunda el espacio. El negro no tiene aquí una acepción trágica sino como elemento plástico utilizado como dibujo que señala el espacio. Según Leibniz el espacio sólo existe en cuanto algo lo ocupa y sólo es posible en el sistema de relaciones de las cosas que lo ocupan.

Los espacios escogidos para realizar estas imágenes por un lado son espacios clásicos donde la arquitectura cobra más importancia que la propia acción/instalación. Son todos espacios interiores, la mayoría iluminados con luz artificial, muy pocos con luz natural, pero siempre en entornos encerrados: un claustro, una cripta, una tumba, una biblioteca, una escalera. También Anta escoge espacios artificiales, residuos de la arquitectura, pequeños espacios vacíos que no pertenecen a una estancia ni sirven para un fin concreto, lugares de paso. Es más, son espacios auténticos por sí solos, por su no sentido, por su no funcionalidad, por su no fijación por la ornamentación, por su no luz, por su no belleza. Aun así espacios interiores (físicos o mentales) por invadir, más artificiales aún, sintéticos casi, con un elemento central que puede servir como punto de fuga o quedarse en ellos respirando el aire tóxico de las hiedras. La intervención sobre ellos les otorga un protagonismo que hace descubrir su propia belleza.

Paula Anta (Madrid, 1977) es Doctorada en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid. Su trabajo se ha mostrado a nivel nacional entre otros en Photoespaña, Palma Photo, CCCB, Matadero, Tabacalera, Círculo de Bellas Artes, Real Jardín Botánico de Madrid, Academia de San Fernando, Centro de Arte Moderno Hospital del Rey, Auditorio Nacional de Música de Madrid, Canal de Isabel II, Palacio Revillagigedo de Gijón o el Centro Cultural de la Diputación de Ourense. Ha participado en ferias tanto nacionales como internacionales como Arco, Just Madrid, Estampa, Loop, Foro Sur, Arteba o Diva en Nueva York. Ha ganado los premios y becas de la Fundación Aena, Comunidad de Madrid, Iniciarte, Purificación García e Injuve. Ha sido profesora de fotografía en la facultad de Bellas Artes de Cuenca de la Universidad de Castilla La Mancha. En los últimos años ha obtenido la beca de Ministerio de Asuntos Exteriores para la Real Academia de España en Roma y del Colegio de España en París.