Hace 100 años Marcel Duchamp le dio un giro de 180º a la Historia del Arte. El horizonte se amplió con solo un gesto suyo.

En la casa donde se guarda el trabajo de los artistas, se abrieron nuevas puertas que nadie, hasta ese instante, había apreciado. No fue un hallazgo casual. Hace tiempo que Marcel lo intuía, lo avisaba. Entonces, no muchos le hicieron caso y hasta fue rechazada su 'otra propuesta'.

A comienzos del XXI, aquel urinario ha sido considerado como la obra más trascendente del XX.

Estas obras que traigo a la galería 'La Finestra' siguen el rastro de Duchamp. Puede que vayan un poco más allá. No lo ... sé. No fue mi primera intención, Lo he visto después, cuando ya llevaba 20 piezas construidas.

Hace tiempo que en mis trabajos anteriores usaba lo inmediato: Tierras, carbones, piedras, ceniza, plomo, cuerdas... estuvieron en 'Con el paso del tiempo' (1996), 'Puertas' (1999), en 'Ventanas a la tierra' (2003) y en 'Atalaya abierta' (2005). Aquí ha sido mezcla de rescate, de arqueología...Las piezas -todas- hace años que estaban conmigo. Un día comenzaron a subir hasta mi mesa. Una a una, se fueron mirando entre si. Alguna reclamaba la unión con otra escondida en el fondo de una caja o de un armario. Quien me conozca, sabe que no sé desprenderme de casi nada. Después de 62 años, la cercanía de todas ellas era casi como una manifestación en mi mente. Hay de todo lo que me rodeaba, lo que vi, lo que me gustó, lo que recogí sin saber muy bien por qué. Ámbar, cuarzos, maderas, piedras de todo tipo y de variada procedencia, hierros, plomo, lacre, metacrilato...Cada una cumple un papel. Una vez la madera es la base. Otra vez, lo es la piedra. Ambas hacen de todo...también, el metacrilato.

Algunas piezas sí que tienen una clara voluntad desde el principio. Por ejemplo, la que dedico a Víctor Mira. La piedra me provocó ese recuerdo. O la del Cesar desde que encontré esas piernas en el taller de Manuel Arcón. Después aparecería la cabeza en yeso. El resto se fue 'enredando' poco a poco. Los títulos son un pacto entre ellas y yo. Un bautizo después del nacimiento. Después del 'parto' y una vez reconocido lo que llega a una nueva vida. Esos nombres, los retoqué, los cambié, hasta que por ambas partes hubo un acuerdo.

Los trabajos en horizontal llegaron por una necesidad de conquistar y armonizar el espacio de la galería. Me gusta trabajar a la medida. Conté con la ayuda de Manuel Arcón quien al mismo tiempo que me enseñaba, daba pies a mi libertad.

Todo vale para expresar algo. Todo tiene un valor semántico que puede formar parte de una frase. No sólo lo útil merece ser revisado con valor plástico.