La actual exposición, que se podrá visitar en la Casa de León en Madrid (c/ Pez, 6, 28004 Madrid) desde el 4 de marzo hasta el 1 de abril, es el resultado de una coherente trayectoria artística. Partiendo de un origen abstracto, la obra de Rafael pasa por una etapa en la que se acerca ligeramente a la figuración mostrando unas siluetas que recuerdan a los paisajes de su tierra natal para regresar en esta ocasión a la práctica total disolución de las formas. Así como al trabajar con el vídeo o con la escultura se interesa más por el ser humano y su relación con el entorno, la singularidad de su obra sobre lienzo radica en el deseo de que no sea más que pintura que refleje los efectos atmosféricos que le rodean. Como novedad, en esta ocasión se intuye la huella del ser humano en los bocetos y utensilios artísticos que aparecen tímidamente representados en algunos lienzos y en sus series de los habitantes.