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¿Cómo son los derechos de la infancia desde la mirada de un niño? ¿Y desde la de un adulto? Para responder a estas preguntas desde un prisma artístico se ha creado la exposición fotográfica

'A 1,20 metros: los derechos de la infancia ... vistos desde su altura'. Su objetivo, responder a estas cuestiones y reunir dos miradas y un único objetivo: defender los derechos de los niños, denunciar las situaciones en que son violados y hacernos reflexionar.

Esta exposición es un proyecto puesto en marcha por el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), en colaboración con su Fundación, con la Escuela de Fotografía EFTI y la ONG Espíritu Social. Desde su inauguración en marzo de este año el proyecto está viajando por toda España.

Ahora, liderada desde el Colegio de Abogados de Bizkaia y con la colaboración de Unicef País Vasco, la exposición se podrá visitar en FNAC Bilbao desde el 16 de septiembre hasta el 14 de octubre de 2010. Después, el proyecto llegará a Vitoria y San Sebastián... y al final del año la exposición habrá recorrido 47 ciudades españolas.

La presentación oficial, con numerosos artistas y personalidades públicas, será el jueves 23 de septiembre a las 19.00 horas, en el Forum del FNAC. La cita contará con Carlos Epalza, presidente de Unicef País Vasco; Javier Cortázar, vicedecano del Colegio de Abogados de Bizkaia y fotógrafos como Mikel Bastida, segundo premio del concurso fotográfico o Jorge López Barredo.

¿Somos capaces de ver el mundo desde la altura de un niño, desde su mirada limpia, desde su miedo, desde su falta de esperanza, desde su facilidad, desde la crueldad que algunos padecen?

En la muestra, por primera vez, fotógrafos como Cristina García Rodero, Gervasio Sánchez, Ciuco Gutiérrez, José Cendón, Ouka Leele, Javier Bauluz, Walter Astrada, Enrique Meneses, Álvaro Ybarra... y así hasta 20 grandes de la fotografía, han cedido sus obras para participar en la exposición.

Además, también se pueden ver las obras de los 20 finalistas del concurso titulado de la misma manera y que en 2009 -coincidiendo con el 50 Aniversario de la Declaración de los Derechos del Niño- pusieron en marcha el CGAE, la Fundación CGAE, la Escuela de Fotografía EFTI y la ONG Espíritu Social. La peculiaridad era que el fotógrafo debía situarse 'física y simbólicamente' a la altura de un niño ('A 1,20 metros'), para captar el mundo (lo positivo y lo negativo) desde la mirada de un niño.

De las 1.000 fotografías recibidas, un jurado formado por Cristina García Rodero, Carlos de Andrés, Ciuco Gutiérrez, el director de EFTI, José Luis Amores, y representantes de la abogacía y de la acción social, seleccionaron 20 fotografías merecedoras de participar en la Exposición.

Finalmente, el primer premio fue para Josep López Vañó con su fotografía 'El 5'. El segundo premio ha sido para el artista de Bilbao Mikel Bastida y su imagen 'Sueño rebelde'. Además, el jurado nombró tres accésit: Eugeni Gay (Barcelona), Ángela Farias (brasileña residente en Madrid) y Jesús García Pastor (Barcelona). Entre los artistas vascos que han participado en la exposición también cabe señalar a Eduardo Momeñe, Álvaro Ybarra, Fernando Moleres o Jorge López Barredo. Precisamente este último fotógrafo expondrá desde el 15 de octubre en FNAC su obra 'Hijos de Chernobil'. Imágenes que se acercan al desastre nuclear de Chernobil y que, 24 años después, todavía está presente. 'Estas fotografías buscan dar luz al sufrimiento de unas gentes humildes que conviven con las consecuencias de una catástrofe silenciada y que luchan por ofrecer un futuro mejor a sus hijos'.

Se editado un libro con fines benéficos

La Exposición 'A 1,20 metros: los derechos de la infancia vistos desde su altura' ya tiene su versión en papel con sus 40 fotografías plasmadas en un libro recién editado en el que se recoge, además, una breve biografía de los fotógrafos participantes, y un pequeño texto explicativo de cada una de las instantáneas.

El libro, que tiene un precio de 10 euros, tiene un fin benéfico, ya que todos los beneficios obtenidos por su venta irán destinados íntegramente a Aldeas Infantiles en Haití, que trabaja en ese país para ayudar a los niños afectados por el gran terremoto ocurrido en enero de este año.