'El Dorado no era un botín infinito de oro atesorado por indígenas, que enloqueció a los conquistadores; el dorado no es otra cosa que los granos de sol que visten de maíz'

Pero fíjese, esa receta yo la conocía de mi abuela: 1 ¼ de harina de maíz amarillo, una cucharadita de sal y un huevo, amasar y poner en el sartén durante 4 minutos.

-¿Está seguro?

Tan seguro como que me llamo... Perseverancia, y ahora le pongo una pizquita de maicena para que le pegue bien, y le quede bien bonito en su tiendita.

-¿Qué me dice que ofrece?

mmm... Aquí tiene un material para decorar su chichería. Se me aclara ... la mente, ¿son tortas lo que vende?

A lo mejor nos quedamos con el botín, pero me temo que no podré decir más nada, pues hay que mantener el rumbo firme.

El que persevera alcanza, ¿alcanza? Y contra eso,

¿qué se puede hacer?