Abel AUER es un personalísimo artista, que maneja con gran maestría la pintura del paisaje, de honda tradición centroeuropea, donde combina metáforas y emociones con trazo vigoroso de vibrantes colores saturados, que componen su personalísima paleta.

Su manera de representar el paisaje combina el modo tradicional de la representación, omitiendo las leyes orgánicas de la perspectiva, campos somnolientos, caminos que serpentean a través de bosques fantásticos, casas en technicolor que adornan las laderas, cuyo efecto final se asemeja al mundo juguetón de las ilustraciones de los niños, donde los anacronismos botánicos y arquitectónicos coexisten en armonía. Original manera de combinar el paisaje y surrealismo, mundo onírico muy personal, donde lo cotidiano aparece de modo sofisticado.

La sensación de energía, de independencia formal en su trabajo fuera de las corrientes de moda, se convierten en creación individualizada, facilitando su entendimiento entre los conceptos y las formas que nos trasmite. Interconectando la idea física ... y su visión personal sobre el paisaje, donde la memoria, la nostalgia y la melancolía, están presentes. Lo que establece innumerables instancias para la reflexión, mediante la contemplación.