La primera exposición del 2017 en el Nivell Zero recoge un proyecto inédito del artista Jordi Mitjà (Figueres, 1970). En este contexto, Mitjà proyecta un corpus de trabajo con dibujos, esculturas y fotografías, que son el resultado de investigar y pensar nuevas posibilidades partiendo de técnicas, situaciones y materiales utilizados en el oficio de cerrajero, que ha llevado a cabo toda la vida su padre, ahora jubilado.
El artista incorpora así la figura paterna en el proceso de gestación de estas obras para dialogar sobre el mismo oficio y sus opciones, con la intención de subvertirlas o parasitarlas. De este diálogo y del trabajo, muchas veces en común entre padre e hijo, saldrá todo el conjunto de propuestas donde el artista plantea diferentes derivas en relación a los materiales y las técnicas, pero sobre todo a la misma idea de escultura. En palabras del artista "este proyecto es un reencuentro con...el oficio familiar que yo descarté para dedicarme al arte".
A lo largo de su carrera, Jordi Mitjà inhabilita materiales, cambia radicalmente sus funciones, tergiversa absolutamente los roles de los espacios en los que expone, en una búsqueda constante e intuitiva que cuestiona el mismo estatus del arte y que abre algunas vías.
Desde múltiples registros de presentación - la escultura o la fotografía hasta la publicación o el vídeo- la obra de Jordi Mitjà plantea la apropiación de diferentes contextos que el artista lleva a su terreno a partir de una alta complicidad emocional con los referentes y puntos de partida que escoge. Una dinámica de trabajo compleja que concentra su intensidad en el proceso de producción y el tiempo de negociación entre la idea inicial y la resolución final; hecho que incorpora de manera voluntaria aspectos flexibles y libres como pueden ser la intuición, el ensayo, el error o el accidente.
Entrada actualizada el el 08 feb de 2017
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