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En Actos oficiales, el artista Fermín Jiménez Landa parte de la supuesta oficialidad del hecho expositivo con el objetivo de desarmarlo y así cuestionarlo a base de continuas irregularidades y alteraciones de lo esperado. El acto oficial al que remite el título no admite hechos descontrolados que escapen al protocolo estricto previamente establecido. Si esto ocurre, como pasa en la muestra preparada específicamente para CaixaForum, el hecho oficial se desmorona, se diluye y se convierte en una pantomima sin sentido. Con una obra cercana al experimento y al binomio ensayo-error, Fermín Jiménez Landa incorpora múltiples formatos de presentación -instalación, fotografía, texto, dibujo, video- ... que inciden en nuestros entornos próximos a base de generar fisuras o irregularidades no esperadas.

Desde esta connotación irónica de la oficialidad de una exposición, Actos oficiales recoge varias propuestas independientes y a la vez complementarias del artista. Una colección de gestos mínimos, secundarios y aparentemente insignificantes que parten de lo cotidiano y lo banal para explorar ideas abstractas propias del mundo de la técnica o de la física.

En este sentido, el trabajo de Fermín Jiménez Landa plantea un proceso de trabajo obsesivo y frenético que, dejando de lado estructuras fijas de inicio y final, de expectativa y resultado, crece de forma desmedida en varias direcciones desde el uso de la potencialidad y flexibilidad del arte para modificar y alterar lo inamovible. Aplicaciones inusuales y delirantes que, como si de un experimento paracientífico se tratase, convierten el Espai Montcada en un laboratorio de pruebas en las que electricidad, mecánica y física desafían sus principios y leyes habituales proponiendo otras funcionalidades quizás menos prácticas, pero igualmente necesarias.

En Actos oficiales, Jiménez Landa presenta cinco trabajos: las instalaciones Leds iluminados en un 7% por la energía cinética de un asador de kebab y Leds iluminados en un 4 % de energía por limones, la colección de dibujos de Adelgazamiento por corte, la serie de fotografías de Rellenar todos los huecos con nata montada y el video de Desempatar las dos torres más altas de Barcelona. Son todos ellos ejercicios de inversión del acto oficial en el que la realidad cotidiana -eje central de su obra- es potenciada desde el filtro eufórico de la anomalía y la superación de normas establecidas.

El trabajo de Fermín Jiménez Landa se inscribe en un conceptualismo descreído que, en equilibrio entre el sentido del humor y la incidencia de raíz micropolítica, define una actitud firme y vigente en arte contemporáneo: el uso de la autocrítica como exploración de nuestra relación con los entornos inmediatos que nos son dados. Esta actitud es patente en obras como Risa Ruido Sonido (Galería Valle Ortí, Valencia, 2004) o su proyecto sobre los pesos de famosos en objetos no famosos presentado en Artium (Vitoria) en 2006, con títulos como El peso aproximado de Glenn Medeiros en leche desnatada o El peso aproximado de Lucía Etxebarría en ladrillos.