Aïda Ruilova, músico de formación clásica y miembro del grupo de música experimental Alva, pertenece a una joven generación de artistas que emplean los medios de comunicación con una estética casera, a menudo recurriendo a contextos que están fuera del mundo del arte como el cine, la música y la cultura popular.

El trabajo de Ruilova está impregnado tanto por fuertes relaciones formales y asociativas a la música, como por experiencias sonoras más viscerales. Estos sonidos sirven tanto para reforzar la parte física de su estilo de filmación, el aislamiento y la claustrofobia, como el extremo estrés psicológico al que alude a lo largo de su trabajo.

En el espacio 2A se proyecta Goner, su última película -rodada en 35mm y producida por ... La Conservera-, que cuenta con la actriz Sonja Kinski como única protagonista. La filmación se divide en dos escenas (el después y el antes) de un acto de extrema violencia, desconociendo si ésta es física o psicológica. Sus películas están generalmente inspiradas en films de serie B, concretamente del género de terror. Sus influencias más notables son las de cineastas como Jean Rollin o Roman Polanski. En el caso de Gone la narrativa no está completamente resuelta, dejándonos siempre a la espera de que algo más suceda.

En el espacio 2B se expone The Singles 1999-2010, donde Aïda Ruilova crea una oscura narrativa, a través de once videos monocanales sincronizados, que actúan entre sí generando una demencial cacofonía en el espacio expositivo. Aparecen en ellos personajes crípticos y acciones con la estética propia de las películas de terror. Se sirve de elementos de cinematografía clásicos y discordantes, y de la sensibilidad de la baja tecnología. La parte de audio de sus videos tiene una función esencial en su trabajo, configurada en torno al murmullo de frases evocadoras o repetitivas, la respiración pesada, el rasgado de cuerdas de guitarra eléctrica, o discos de vinilo restregados contra el cemento.