Desde su última exposición en Bilbao en 1998 en la que convirtió esta galería en una invasión del bosque de OMA para disfrute de urbanitas, Agustín Ibarrola, trabajador imparable, en este tiempo ha desarrollado una obra inmensa.

Las intervenciones en distintos espacios públicos, como Llanes, Córdoba, Allariz o Ávila, y los encargos de escultura pública, no han detenido la pintura sobre lienzo en cualquier medida en su estudio y casa de Kortezubi.

Cumplidos más de ochenta años, sigue sin descanso evolucionando en su creación como ningún otro artista de su generación.

Para celebrar el Premio a su trayectoria en las Artes, otorgado recientemente por el Gobierno Vasco, la Galería presenta esta exposición de sus últimas pinturas en pequeño formato.