ALESSANDRO TAIANA
Guadarrama
Diario del Hueco de San Blas:
20 de noviembre de 2015.
… He intentado pintar el Hueco de San Blas en toda su belleza otoñal, luminosa y resplandeciente. Las sombras azuladas, el aire transparente atravesado por la luz baja, el calor sobre las rocas, sobre los prados, sobre los pinos. En las sombras, el frío.
24 de noviembre de 2015
Voy para pintar, pero a partir de Colmenar Viejo el cielo ya está completamente cubierto. Paisaje en la sombra, no puedo hacer nada. Hago una breve exploración.
Sigo por el sendero de Los Eriales y subo lentamente hasta las ruinas de la casa forestal. Busco puntos de vista sobre La Pedriza entre los claros del robledal. Encuentro uno un poco más...abajo, junto a la pista forestal. El cielo es gris pero ligero y con ciertas filtraciones de luz, nubes más estriadas sobre el horizonte, sobre la lejanía de Cabezas Llescas, Sierra del Hoyo, embalse de Santillana y hacia la llanura. Bajo de nuevo a la barrera y luego, ya entrado en un coto privado, decido subir hacia las hermosas rocas de la Berrocosa. Un paisaje soberbio en el aire inmóvil, la luz gris y plateada. Amplia vista sobre toda La Pedriza hasta el enlace con la Cuerda Larga. Debajo de mi el robledal, suave como el terciopelo, arriba el pinar sombrío, y aún más arriba el laberinto geológico, que desde aquí aparece severo y sobrio. Arcaísmo de la geología en el aire inmóvil y frío. Todos los primeros planos de la Berrocosa son hermosos. Por fin! Volver!
28 de noviembre de 2015.
No hay viento. Nubes sobre La Pedriza con esporádicos pasajes de sombras sobre el paisaje del Hueco. Cuando el sol desaparece detrás de los riscos de La Pedriza sensación de frío. 6ºC más abajo.
1 de diciembre de 2015.
Después de la sesión desciendo hacia la Berrocosa. Veo gran cantidad de magníficos temas, especialmente con la luz del ocaso. Cada día es un cuadro diferente. Ahora me atraen los arboles desnudos, silenciosos, inmóviles en el aire frío.
2 de diciembre de 2015.
Volviendo después de la sesión veo muchas variaciones en los temas que voy encontrado por el camino que desciende a la Berrocosa. Muy bonito también con el sol detrás de los riscos, con La Pedriza reducida a una silueta caracterizada por sus perfiles dentellados y surreales. Maravillosos cielos de crepúsculo.
23 de diciembre de 2015.
Una soledad absoluta y la presencia del bosque. La quietud, sólo el graznido de los cuervos en el aire frío. Más tarde, lentamente, suben las vacas al collado con los terneros que brincan. El zarzal, los arbustos, el robledal, las rocas, el ciclópeo perfil de La Pedriza en el cielo al ocaso. El ocaso, el ocaso que me había emocionado siempre, desde niño, en las tardes de invierno.
Entrada actualizada el el 09 jun de 2016
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