La Galería Marta Cervera tiene el placer de presentar la exposición de uno de los artistas más influyentes y reconocidos de la segunda mitad del siglo XX: Alighiero Boetti.

'Yo he trabajado mucho el concepto de orden y desorden: desordenando el orden o poniendo orden en ciertos desordenes o aún más presentando un desorden visual que fuera la representación de un orden mental.'

Achille Bonito Oliva lo define como el verdadero heredero de Marcel Duchamp, cuya influencia se hace patente en reconocidos artistas italianos como Maurizio Cattelan. Sin embargo, la celebridad de Boetti trasciende las fronteras. A la gran retrospectiva que acaba de dedicarle el Museo de Arte Contemporáneo de Nápoles, seguirán las del Reina Sofía de Madrid y MoMA de Nueva York ... y Tate Modern de Londres. La Dia Art Foundation de Nueva York está completando una sala permanente que se abrirá en breve.

Su trayectoria artística empieza en 1967 en el ámbito de lo que Germano Celant definió como Arte Povera. En 1969 participa en la histórica exposición When Attitudes Become Form. Desde 1972 firma sus obras 'Alighiero e Boetti', en un proceso creativo y de expansión de la identidad del artista. 'Alighiero es la parte más infantil, más extrema, que dominas las cosas familiares [...] Boetti, por el simple hecho de ser un apellido, ya es una abstracción, un concepto'.

Las obras que se pueden ver en la Galería Marta Cervera evidencian tanto la faceta conceptual y procesual del artista como el esmero del trabajo artesanal de bellos tejidos en la tradición medio-oriental. En Arazzo y en uno de los rarísimos Tutto, el artista delega la realización a mujeres afganas. Aerei ejemplifica dignamente una de las series más significativas del artista italiano. Boetti crea una imagen, utópica en los años setenta, de un cielo repleto de aviones en tránsito, tanto militares como civiles. Hoy en día el tráfico aéreo es cada vez más intenso y la idea de cientos de aviones militares nos remite a una imagen de guerra. Conflictos que Alighiero Boetti de manera premonitoria aborda en su obra, tanto en muchas de las frases que podemos leer en los Arazzi como en los escritos de sus dibujos y de sus cuadrados mágicos que incluso llegan a mencionar el número 11 como el número de la guerra. Su afección a Afghanistan y su lucidez en entender la importancia de Oriente Medio en el equilibrio político mundial es indudable. La idea de multiplicidad, esencial en su trabajo, empieza en su propio nombre Alighiero e Boetti y se encuentra en varias obras sobre papel de esta exposición. Aerei demuestra su capacidad de estar adelantado al tiempo que le ha tocado vivir. Sin olvidar su pasión por los números 'las únicas entidades reales que existen en modo autónomo'. Aviones, Afghanistan, números... Alighiero e Boetti es SHAMAN/SHOWMAN, visionario y anticipador, pero a la vez artista y malabarista.

Boetti comienza a viajar por Afganistán a principio de los setenta, y descubre el arte de los tejidos que marca un antes y un después en su producción. Encargará sus Arazzi (tapices) y sus Tutti a mujeres portadoras de la antigua tradición medio oriental, a quienes entrega los dibujos y los hilos de colores que emplearan. Al igual que en su firma, también en su obra se evidencia una dicotomía constante entre orden y desorden, oriente y occidente, arte y artesanado, verso y anverso, individualidad y colectividad, vida y arte.