En esta exposición Elie Halioua nos brinda la oportunidad de disfrutar de la experiencia de la contemplación del color, base de todo su trabajo que aquí alcanza una madurez añadida a la que nos tiene acostumbrados. El espectador se siente atrapado en la confrontación de superficies contradictorias y resueltas independientemente que conmueven por su solidez pictórica y elegancia y serenidad cromática. Muy fiel a su formación matemática el artista propone su obra como algoritmos que han de ordenar el color y superficies mediante un inusual manejo del formato políptico cuyo resultado es la más absoluta unidad formal. Hace tiempo ya que la pintura abstracta nos sensibilizo ante las posibilidades que encierra la superficie y el infinito vacío del color. Aquí el artista se suma a ello reivindicando además la bidimensionalidad del espacio pictórico y las cualidades intrínsecas de la pintura.