La necesidad del arte
Como señalaba el historiador del arte René Huyghe, “…El arte y el ser humano son indisociables. No hay arte sin seres humanos, pero tal vez tampoco haya seres humanos sin arte. A través de éste, las personas se expresan más completamente y, por consiguiente, se comprenden y realizan mejor. Gracias a él, el mundo se hace más inteligible y más accesible, más familiar…”
Contemplar la obra de Ángeles Jiménez, gitana de 80 años, como ella misma se presenta en el reverso de sus cuadros, nos empuja hacia una reflexión estética (no por frecuente, resuelta aún) sobre la misteriosa naturaleza del arte. ¿Por qué creamos? ¿Por qué esa necesidad se hace patente en todas las sociedades y grupos humanos a lo largo del tiempo y del espacio? ¿Qué nos convierte en artistas?... Sea lo que sea lo que dé respuesta a todas estas preguntas, es algo que se hace...tangible en la obra de esta artista sin ninguna formación académica, pero con una indiscutible intuición expresiva, simbólica y plástica.
Además de una formación estrictamente autodidacta, Ángeles Jiménez reúne muchos de los rasgos comunes a la producción de artistas englobados bajo la denominación de “arte naïf” o “arte ingenuo”: la predilección por temáticas populares y del folklore, expresadas mediante un lenguaje con fuertes vínculos poéticos; la espontaneidad y frescura de un proceso creativo ajeno a los aprendizajes y las convenciones académicas; un tono alegre, vital, trasladado al cuadro a través de una paleta de color viva y brillante, que enciende de inmediato una sonrisa en quien lo contempla. Pero sobre todo, comparte el punto de partida: la necesidad absoluta de hacer arte y expresarse a través del mismo, haciéndolo de forma “tan natural como el canto o el habla”.
Entrada actualizada el el 03 sep de 2018
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