La exposición de Jorge Llopis titulada “Anotaciones de tiempo” es una muestra de la obra que surge de la investigación en torno a la pintura, el tiempo, la memoria y el recuerdo. Es una propuesta para pensar desde la pintura y cuestionar la ambigüedad de la imagen.
Al entrar en la sala de la Casa Bardín hallamos una invitación o una incógnita a modo de linea discontinua formada por pequeñas piezas. El espacio se estructura como un recorrido donde las obras aparecen como ventanas panorámicas abiertas en el muro. Las piezas de manchas depuradas posicionan al espectador en actitud contemplativa, mirar, acercarse y escudriñar es inevitable.
“El Laberinto de la memoria” actúa como eje central. Su dimensión impide una visión completa, esto solo es posible desde la distancia donde la obra se encuadra en un rectángulo. El observador se enfrenta a 46 cuadros con códigos desconocidos, pinturas de lugares y anotaciones de...tiempo. La historia son muchas historias, muchos momentos. Llopis no presenta una realidad para ser observada, crea un nuevo espacio, que pone de manifiesto la representación de imágenes del territorio del inconsciente.
La serie de Pinturas Frías son piezas pintadas con apariencia fotográfica. Pinturas esquivas que no buscan el dialogo con el espectador, pero este necesita la coherencia y adjudica significados a las piezas. El objeto creado es ambiguo, la linea horizontal es constante lo que sugiere una lectura tradicional de paisaje.
La diferente intensidad de luz interviene en la percepción de las obras y guía en el recorrido. En la sala más inaccesible se desvela el espacio personal con la serie “Cúmulos”. Estas obras están compuestas de pinturas sobre papel,fotolitos,planos opacos, capas veladas, fragmentos unos encima de otros. Unas piezas a modo de apuntes de apariencia desordenada pero en cuidado equilibrio.
Jorge realiza una búsqueda desde el interior que surge desde el silencio sin pretensión de empatía. Evocaciones creadas desde los recuerdos que el espectador siente la necesidad de reconocer para componer una imagen a partir de sus propias experiencias. Lo que el observador cree ver es causa de la imaginación y la intención de ver. La memoria engañosa muestra como real lo inexistente, así la imagen creada trasciende y se convierte en una realidad.
Rebeca Padín (Comisaria de la exposición)
Entrada actualizada el el 21 feb de 2020
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