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De 1955 se presentan cuatro óleos sobre papel, en los que pueden verse sus inicios en la abstracción. Estos óleos, se caracterizan por la presencia de un colorido intenso: rojos, verdes y negros, distribuidos en la superficie del papel a modo de fuertes líneas que la recorren, creando un efecto geométrico muy característico de las vidrieras que realizó en colaboración con los arquitectos Jose Luis Fernández del Amo e Ignacio Castelao.

En 1956 realiza una serie de monotipos ... (estampación única), a caballo entre la figuración y la abstracción. Alguno de los monotipos que se presentan en esta exposición son prácticamente inéditos.

En colaboración con el ingeniero municipal, Idelfonso Sánchez del Río, realizó, a principios de los sesenta, las cerámicas y vidrieras para el Palacio de Deportes de Oviedo. Los bocetos para la puerta principal del Palacio, que esta exposición se presentan, nos acercan su producción de la pintura integrada con la arquitectura.

Muy interesantes resultan los siete dibujos monocromos. Estos óleos muy diluidos en aguarrás, están impregnados de poesía y en ellos puede apreciarse lo que será su factura personal a base de manchas gestuales.

De tono orientalista, son ocho óleos sobre papel, realizados a base de fuertes empastes y la utilización de los blancos y leves toques de color, sobretodo el negro.

A parte de estas series, hay un conjunto de óleos sobre lienzo de diferentes formatos, en los que cabe destacar uno realizado en 1960, a base de gruesos empastes con tonalidades ocres y tierras.