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El camino hacia nuevos modelos que promuevan la competitividad exige compromisos orientados a fomentar y desarrollar cambios en los procesos de gestión, intervención y promoción en el sector del Patrimonio Cultural. Ahora, más que nunca, se hacen necesarias nuevas fórmulas que mejoren la identificación, catalogación y los estudios previos necesarios para garantizar intervenciones más responsables y coherentes. Estas actuaciones deben posibilitar a su vez una difusión y promoción del patrimonio que asegure una conservación más exigente, una oferta más atractiva del conjunto de nuestros bienes culturales y un espacio prometedor para el desarrollo de actividades económicas.

En este sentido, el VIII ... Congreso Internacional 'AR&PA', organizado dentro de las actividades de la Bienal de la Restauración y Gestión del Patrimonio AR&PA 2012, ha propuesto como tema principal del mismo la Innovación en el Patrimonio Cultural.

Ampliando nuestra visión, debemos ver la innovación como una oportunidad de cambio basado en el conocimiento que, además, ha de generar un valor añadido, al que intrínsecamente posee el patrimonio. Así, podemos afirmar que la innovación tiene como meta incrementar el valor del patrimonio y que el camino para conseguirlo pasa por cambiar los procesos y modelos establecidos, basándonos para ello en el conocimiento.

Debemos reconocer, igualmente, que hoy por hoy, el sector del patrimonio, lo mismo que otros muchos, se halla inmerso en un proceso de renovación, necesario para solventar con éxito la actual situación socioeconómica. En este sentido, deberá cuestionarse, desde nuevas perspectivas, la necesidad de modificar su enfoque tradicional y orientarlo hacia una cultura innovadora. Una nueva fórmula, con un conjunto de nuevos valores, hábitos y conocimientos, que facilitarán el desarrollo de nuevas actividades, así como de nuevas políticas de gestión estratégica y planificación.

La innovación es, por lo tanto, una herramienta imprescindible, que deberá ser atendida y utilizada en todos y cada uno de los eslabones de la cadena de valor del Patrimonio. Nuestra actitud debe ser siempre innovadora, desde la adquisición y generación de nuevo conocimiento hasta el diseño de nuevas actividades, pasando por la adecuación al mercado de nuestros productos y servicios. Tan sólo de este modo, conseguiremos ser eficientes y eficaces en nuestra tarea de rentabilizar el Patrimonio. No en vano, nuestra meta es conseguir que el Patrimonio se convierta, por sí sólo, en recurso generador de desarrollo socioeconómico del territorio.