-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

La exposición se inicia en el siglo XVI, con obras de Lucas Cranach, el Viejo (1472-1553), Luis de Morales (h.1515-1586); y Jacopo Robusti, el Tintoretto (1518-1594). Siguen los lienzos del Greco, no por bien conocidos menos interesantes, que se datan ya en el siglo XVII. El Crucificado, todavía vivo, y la Anunciación –a la que falta la franja superior con ángeles músicos que se encuentra en la Galería Nacional de Atenas– es obra final hecha para un retablo colateral de la iglesia del hospital de San Juan o de Tavera de Toledo, encargada por el administrador Pedro Salazar de Mendoza, amigo y coleccionista de sus obras, en 1608. Inacabada al morir El Greco, su hijo completó seguramente las partes arquitectónicas y el mobiliario; distinta de otros ejemplares destaca por cambios de escala y audacias cromáticas.

Sigue lo expuesto con un extraordinario conjunto de pinturas barrocas, tanto flamencas como de la corona de Castilla; sobre todo andaluzas, fechadas la mayoría en el decenio 1630-1640. Dos retratos de la misma fecha se atribuyen a Rubens y van Dyck, así como el delicioso lienzo de la Virgen niña dormida de Zurbarán. Estarán en Santander El mensajero, de fray Juan Ricci, y La educación de la Virgen del coetáneo Alonso Cano. De este artista podrá verse también La predicación de san Vicente Ferrer, una de las raras muestras del trabajo del granadino en Valencia en 1644-1645.

El siglo XVII se cierra con una gran pintura que representa una alegoría de Los cinco sentidos, que aparece claramente firmada por un desconocido Ioannes Baptista Manerius. También se presentan esculturas de Gregorio Fernández (1576-1636) y Juan Pascual de Mena (1707-1784)

La colección del siglo XVIII destaca por el amplio y rico conjunto de piezas de loza esmaltada de Alcora. Entre las numerosas piezas de la fábrica de cerámica de Alcora que fundó el IX conde de Aranda en 1727 se han escogido ejemplares representativos de distintos tipos y decoraciones de gran calidad: una bandeja, dos fuentes, una pareja de bustos, otra pareja de jarrones y un aguamanil.

Llegados al siglo XIX, la Colección se enriquece extraordinariamente, aunque ello sucede sobre todo desde 1880. Dos de los más importantes pintores románticos españoles están representados en la exposición: el sevillano Antonio María Esquivel y el gallego Genaro Pérez Villamil. Podrá verse también Las hijas del Cid, de Ignacio Pinazo. De esta época hay importantes obras seleccionadas de Ramón Casas, Santiago Rusiñol y Darío de Regoyos. Se han escogido también dos retratos del valenciano Joaquín Sorolla y estarán representados Julio Romero de Torres y el santanderino Francisco Iturrino. Entre los dibujos, destacan los carboncillos de Anglada Camarasa (1871-1959).