-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

Una buena parte de las propuestas que se exhiben en esta muestra a priori no están concebidas para el espacio de una galería. Conscientes de la necesidad de la entrada del arte en este sistema, que permite la exposición pública directa y el contacto más personal, se terminan adaptando a este sin perder sus valores primigenios. Son expresiones a veces de rebeldía, otras de autoafirmación e independencia, sobre formatos diferentes -algunos cuestionados por los más puristas- en espacios públicos, con técnicas arriesgadas, imposibles de introducir tal cual en la sala de una galería. Sin perder una pizca de creatividad, innovación y, sobre todo, libertad, adaptan las piezas originarias y las trasladan a un espacio expositivo específico, creando nuevas obras que siguen su ... línea creativa, su estilo y su esencia, sin renunciar en ningún caso a su identidad, a su espíritu artístico.

No todos los artistas de Atrapados en el circuito caen en sus redes de igual manera. Son creadores dispares, con diferentes intereses y líneas de investigación muy variadas. A José Andrés Santiago (Santiago de Compostela, 1981) entre otros campos, le interesan el del arte digital y el de las artes gráficas, de hecho desde el 2005 pertenece y trabaja en el Grupo de Investigación I+D dx5 - digital & graphic art research, de la Universidad de Vigo. En su propuesta se percibe, tal y como él afirma, una permanente lucha de contrarios, ejemplificada y renovada constantemente en la dicotomía entre contemporaneidad y antigüedad, entre Oriente y Occidente. Irene Gil (Santiago, 1981) manifiesta su mensaje artístico sobre las paredes de edificios abandonados en diferentes contextos, interviniendo en el espacio urbano alterándolo, cargando de significación lugares vacíos, que han quedado desolados, creando una especie de barrera de defensa para estos espacios desprotegidos. Denís Estévez (Santiago de Compostela, 1980) investiga constantemente, no deja un solo instante de probar diferentes maneras de llegar a la esencia de lo que quiere plasmar. Sus piezas, realizadas con diferentes técnicas -acrílico, óleo, tinta, graffiti...- sobre formatos variados, son expresiones múltiples que se convierten en una ventana abierta a lo más profundo del inconsciente del creador. En los trabajos de María Move (León, 1983) el simbolismo y la evocación de lo poético son una constante. Sus piezas reflejan sensaciones y vivencias que expresa a través del paisaje, del cuerpo humano, o mediante la abstracción. Su proceso creativo es espontáneo, lo que le permite crear diversas atmósferas y profundizar más en la obra. Con un enfoque muy plástico, en las propuestas para esta exposición, las texturas y calidades de la materia toman protagonismo, y es precisamente a través de esta cualidad cómo se relacionan las obras de todos los artistas, creándose un vínculo común que las mantiene en consonancia. Todas se comunican de forma armónica entre ellas y, sobre todo, con un espacio que en un principio les era ajeno, y que finalmente ha conseguido atraparlas...