Colectivo Bondi: Marcela Abal, Christian Bouvier, Christian Clark, Juan Pablo Colasso, Marco Colasso, Fabrizio Devoto, Diego Ernst, Pablo Gindel, Tatjana Kudinova, Álvaro Larrosa y Tomás Laurenzo.
Barcelona estructura metálica, electrónica, LEDs, software, sistema de audio, computadora es una instalación interactiva que propone una exploración estética de la interacción con la tecnología contemporánea. En el contexto actual de superabundancia tecnológico-mediática, Barcelona se ofrece como una instancia de reflexión cuyo interés reside no sólo en la propuesta estética, sino también en la apropiación y resignificación artística de la producción tecnológica.
La obra consiste de un dodecaedro de Pentakis de casi dos metros de altura, cuyas aristas pueden ser iluminadas independientemente, generando patrones lumínicos siempre cambiantes. La instalación propone dos diálogos simultáneos y ortogonales. Primero, Barcelona dialoga con su entorno inmediato: es capaz de percibir movimiento y sonido producido a su alrededor, reaccionando en forma visual ante estos estímulos. Un segundo diálogo se establece gracias...a la inclusión de visitantes remotos. En efecto, Barcelona incluye interfaces para web y para celulares que permiten observar la pieza e interactuar con ella sin importar la ubicación geográfica.
La pieza se desdobla así en tres roles complementarios: instalación interactiva, vehículo de comunicación abstracta entre visitantes locales y remotos, y, finalmente, un instrumento de performance visual.
En efecto, Barcelona ofrece interfaces para su control directo por parte de artistas. Esto permite la ejecución de performances audio-visuales pasibles de involucrar varios artistas simultáneamente, incluso desde distintos puntos geográficos.
La obra es complementada con un diseño sonoro que se reproduce en consonancia con los patrones lumínicos. De esta forma, sonido y luz ahondan dialécticamente en la exploración del universo estético de la pieza.
Todo el hardware de Barcelona es de autoría de los artistas y todos sus componentes funcionales son visibles y contribuyen a la propuesta estética final.
Esta propuesta se construye a partir del uso explícito de la tecnología y de la significación política de su apropiación artística. Barcelona existe en esta apropiación; la obra existe en el reclamo artístico de la producción tecnológica que nos aleja del rol predefinido de consumidor pasivo y permite la construcción de un lenguaje artístico autóctono que se nutre de la dimensión tecnológica sin renunciar a la intencionalidad estética.
T. L.
Entrada actualizada el el 19 dic de 2016
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