En esta exposición, Guim ofrece un diálogo entre la belleza y el horror. Investigando la condición humana desde el humor y la ironía, exagerándola de forma provocativa y reflexionando sobre una sociedad llena de tabúes. Generando imágenes que te observan fijamente hasta el punto de incomodarte.

Retratos extraídos de revistas, actuales referentes de belleza, de modelos hieráticas que se transforman, a través de la cirugía pictórica a las que son sometidas, en personajes casi siniestros que desvelan la parte oscura del alma humana escondida detrás de la perfección.

Potenciando la no expresividad de los personajes, pretende reflexionar sobre el concepto de belleza existente en las revistas de moda, oponiéndose a ellas de forma clara. De la misma manera que las revistas operan, retocan, borran, difuminan a sus modelos, Guim continúa este proceso quirúrgico ... hasta la deformación total. Poniendo en escena un tema polémico para la sociedad contemporánea y convirtiendo su trabajo en una exploración del subconsciente colectivo.

Su obra es crítica, tontea con el humor y desmonta mitos estéticos. Grotesca y naíf a partes iguales, influenciada por Basquiat y Schiele, reflexiona y plasma con ironía las ambigüedades de una sociedad desnaturalizada y sometida a la dictadura de la imagen. Modelos del papel couché convertidos en bellezas distorsionadas. Un estilo reconocible y más cercano a la realidad de lo que pueda parecer a simple vista.