Han pasado tres años desde que esta pintora expuso por última vez en esta Galería. Su pintura, en una marcada evolución, sigue fiel a sus principios. El color es el color como impronta fundamental de su trabajo y la temática en la que éste se desenvuelve sigue siendo la que ya conocemos si bien desarrollada en unos significativos detalles que nunca se pasan por alto. Ahora, más claramente que en obras y periodos anteriores, el motivo o la figura que ocupan los primeros planos van acompañados por otros que complementan a los dichos.

Elorrieta aplica la materia cromática con profusión, su pintura es aparentemente espesa pero, yendo al detalle, descubrimos capas de materia superpuestas que desvelan que el secreto de esa aparente carga de pintura no es otra cosa que el efecto que produce ... al espectador en un primer 'fogonazo' la contemplación de uno de sus cuadros.

La pintora trabaja su obra en base a la elección de protagonistas y motivos llenos de ternura y materia humana. Sus personajes lo son en carne y hueso, seres humanos que posan con placidez para la pintora y ésta los plasmo con toda la sencillez de la que ella es capaz hasta llegar al espectador con una atracción placentera, relajante, sencilla.

Elorrieta sabe que su pintura y sus colores son valientes en extremo pero en ningún caso hay estruendo por lado alguno. Trabaja sobre asuntos y temas habituales, nada rebuscados. Su temática gira alrededor de la persona y así frecuenta a protagonistas tales como los niños que juegan en él porque echando a navegar barcos de juguete mientras otros serenamente están recostados en un banco u otros sostienen una paloma entre sus manos. Otros protagonistas -siempre seres humanos- son los amigos que pasean juntos por los muelles del puerto ó bien marineros que faenan o descansan junto a sus barcos. Para una mayor definición de serenidad estos barcos se transforman en veleros plácidamente fondeados o, plácidamente también, navegando sin prisas al fondo de lo pintado para no robar importancia a lo pintado en el primer plano del cuadro.

La utilización del color que hace Elorrieta es algo muy personal e inequívoco. En raros momentos podemos ver el color pegado en un lienzo, sino que brota sin más ante nuestros ojos, como lo vemos en cada cuadro de esta pintora. En pocas ocasiones y con escasos pintores he dicho, como digo de la pintura de Elorrieta, que aquí el color se puede coger a puñados pues tal es la riqueza de la paleta de la artista. Color a borbotones extendido sobre la tela con mimo porque la pintora conoce cómo hacerlo y porque seguro que no quiere saber nada que le acerque a que un tubo de óleo reviente sobre el lienzo o le estalle entre los dedos.

Creo que, en este tipo de pintura, lo mejor es ver cada uno de sus cuadros con pausa hasta sentir la sorpresa encerrada en cada pieza. Así, de uno en uno, cada cuadro será un eslabón imprescindible que nos lleve a contemplar el siguiente.