Lo que siempre me ha interesado de la técnica y el proceso de las artes gráficas, en concreto del grabado en hueco, es su carácter impredecible, las infinitas posibilidades que se abren en un proceso que se controla sólo a medias, ese “factor sorpresa” ligado a su quehacer experimental y resolutivo.
Este aspecto cristaliza en la obra por medio de la textura, la materialidad de lo impreso y la viscosidad de la tinta, por lo que las copias de papel han pasado paulatinamente a ser el material intrínseco de mi obra, la base de mi trabajo y reflexión estética.
Primero acumulo y organizo cientos de copias previamente hechas en el taller, tras lo cual procedo a cortarlas, doblarlas, arrugarlas, extenderlas, plegarlas, mezclarlas, agruparlas…
a veces llegando a transformar su carácter originalmente bidimensional en una suerte de objeto tridimensional.
La precisión que exige este proceso contrasta con mi trabajo impreciso, bruto y sucio del taller;...el descontrol pasa a ser disciplina, atención, minuciosidad, una búsqueda de los límites de perfección a los que puedo llegar, y como tal, se trata de un trabajo repetitivo, meditativo, maquinal, reflexivo, un experimento que roza la obsesión estética.
Con el resultado, la obra terminada, simplemente pretendo evocar una experiencia estética introspectiva.
Elisa Arroyo
Imágenes de la Exposición
Elisa Arroyo
Entrada actualizada el el 30 may de 2017
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