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Las cámaras de videovigilancia se han vuelto habituales en los lugares públicos, por otro lado la difusión de las webcams nos muestran las interioridades e intimidades de los espacios privados a través de internet, espacios hasta ahora fuera de control, desde el cielo los satélites completan el triángulo escaneando continuamente toda la superficie del planeta. El gran hermano de Orwell es una realidad tecnológica.

En camscapes las cámaras se emplazan en la naturaleza, convirtiendo el paisaje, hasta ahora virgen y sin intervención humana, en una zona controlada, vigilando los juegos de los niños, o el transcurrir de la vida de los ancianos. La violencia que generan las situaciones de control ha sido naturalizada y aparece como algo normal, admisible y necesario, porque se nos bombardea con la idea de que estamos en constante ... peligro.