La galería de arte Yvonne Sanguineti presenta la exposición Capitoné, realizada por la artista plástica Flavia Meléndez, primera individual posterior a su exitosa residencia artística en el Griffis Art Center de New London, Connecticut.

La imagen del cuerpo femenino, entendido como paisaje y alegoría, es el tema constante en la obra de Flavia Meléndez (Lima, 1973), artista egresada de la Facultad de Artes de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Desde sus primeras obras la artista ha reflexionado acerca de los avatares de la vida contemporánea bajo una perspectiva que sitúa al cuerpo como punto inicial de todo acontecer.

Meléndez acomete la imagen femenina a partir de sus contornos e indaga sobre los modos en que estos pueden expandirse a través de elementos externos que cubren ... casi por entero la silueta corporal.

En sus obras tempranas, la artista parte de un soporte plano en el que aplica la pintura directamente sobre imágenes apropiadas, las cuales son seleccionadas cuidadosamente de su propio archivo personal. Tanto la prolijidad de su pincelada como el minucioso detalle con el que delinea las formas más delicadas del rostro son realmente destacables.

Posteriormente, el relieve va ganando terreno ante un interés formal cada vez más potente. Es así que produce la serie de vestidos en aluminio repujado, con largas hileras de palabras trenzadas casi frenéticamente (La vitrina interior, Yvonne Sanguinetti, 2007). Las frases son extractos del diario de la propia artista transferidos manualmente, letra por letra. Estas segundas pieles engullen al personaje-símbolo y lo definen.

El siguiente medio de exploración del volumen da paso al bordado con hilos plateados en los que se prescinde de la palabra para enfatizar el diseño de líneas y secciones (véase por ejemplo la serie Tapices del 2011).

Precisamente es en este punto que se produce un viraje en la forma de componer que modificará la disposición de los fondos. La decisión de incorporar el capitoné (técnica con la cual viene trabajando desde el 2009) le permite a Meléndez liberar al personaje-alegoría de los pesados ropajes, sin sacrificio del relieve. Se produce simplemente una trasposición, en la cual el fondo es ahora el cortinaje pesado y abultado que sofoca a una imagen más ligera, aunque encajada.

La serie de capitoné, presentada en esta muestra, permite cuestionar la doble moral y la falsa comodidad en la que sobrevivimos. Estos mullidos volúmenes reiteran, incesantemente en cada pieza, la sensación de bienestar y lujo; sin embargo, al interior se albergan seres oprimidos en situaciones de tensión.

Meléndez alude sutilmente a nuestra dramática paradoja: mientras la depredación indiscriminada continúa su feroz curso, proliferan miles de alternativas a una vida más saludable, más fácil, más amigable con nuestro propio entorno. La conciencia medio ambiental y las prácticas a favor de una nueva sociedad terminan siendo esfuerzos vanos que solo actúan como placebos tranquilizadores, pues allá afuera del cómodo almohadón un mundo real de abuso y violencia reina por sobre todas las falsas ilusiones.