La Galería Antonio de Barnola presenta el último proyecto de Carmen Delaco. En esta ocasión propone una serie de cuadros de obras afines a su producción habitual, que son fieles a su estilo propio y carácter distintivo. La fuerza de su producción no sólo se deduce en su especial uso del color, sino que continúa explorando imágenes cargadas de violencia, tanto implícita o explícita. Los adornos y ornamentos están ausentes en el lenguaje en el que se expresa Delaco, ya que la crudeza y la mirada propia de la artista se encuentran desprovistos de distracciones atenuantes que traten de diluir o disimular la imagen vista.

Sobre su obra, la artista afirma que su pintura 'comprende una respuesta extrema y visceral hacia situaciones o actitudes intensas. Es el reflejo de la potencia que un cuerpo puede adquirir por su extrema sensibilidad, ... el poder que dentro de él cabe y proyecta hacia el ojo externo. Paralelamente, juega un papel de igual importancia la psicología del personaje y su sentimiento. Las manos, boca y mirada, son núcleos esenciales que dejan ver lo que el individuo vive en ese instante. La tensión o 'violencia' en las formas y colores llega a considerase natural en la creación de la obra, como lo es en el nacimiento de un niño.'