Somos carne que se pudre en un luminoso panóptico, carne picada, procesada y enjuiciada, convendría ir aceptando esta única verdad encarnada.
La carne es el gran ausente de occidente, en occidente tienes alma y cuerpo, la carne es de los animales, un aspecto animal que negamos pero lo que hay es la carne en definitiva, lo que nos une al resto de los seres vivos es la carne, la carne es la que duele, la que recuerda, la carne es la que disfruta, pero es la gran ausente de la cultura, para esta solo somos body and soul.
Todo lo que está estructurado perderá, tarde o temprano, su estructura o forma. Me fascina lo efímero como característica de la vida, la degradación que lleva con sigo el paso del tiempo, las marcas que deja en nosotros y en nuestro cuerpo. La descomposición y la mutación es mi metáfora erótico-repulsiva favorita.
Me valgo de...la fotografía y el collage digital para documentar este proceso de descomposición. Transformo y recreo gracias, principalmente, al uso de la tecnología para producir imágenes y objetos en los que la carne se convierte en material de construcción visual, más allá del tema.
En las imágenes creadas con pieles heridas, laceradas, órganos sangrantes, membranas y vísceras, implanto elementos gráficos o simplemente deformo las características de las mismas para crear un ente que representa todo lo perverso del ser humano, toda su psicosis, su violencia, toda la ansiedad que le provoca la transitoriedad a la que está condenado.
Entrada actualizada el el 16 abr de 2021
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