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A partir de imágenes tomadas del popular juego de piezas para armar de la marca danesa Lego, Ospina construye una versión personal que de manera crítica y abiertamente política muestra, según el propio artista, "la visión estereotipada que Europa tiene de América Latina".

Colombialand nació cuando el artista contempló un juego Lego de su hija escenificado en América Latina y en el que aparecían malvados personajes locales de rostros marcados por cicatrices, y armados hasta los dientes y lo comparó con la imagen que la prensa escrita y la televisión ofrecen de su país. Desde hace cuatro años, el artista se apropió de estas figuras, las agrandó e introdujo nuevos personajes: El sicario, el guerrillero, el capo del narcotráfico, el terrorista y el secuestrado que pasaron a ser los protagonistas, a veces perversos, de una aventura colorida, insólita y peligrosa: Colombia. "La visión de ... mi país en Europa es la de un mundo de juguete. Nuestra realidad se ve tan distante y tan filtrada por la televisión que nosotros y las circunstancias que vivimos parecemos pequeñas piezas de un juego virtual", explica el artista.

Desmontar los tópicos, los estereotipos, que las imágenes aparentemente triviales transmiten, y hacerlo con humor, con ironía. Esas son las líneas que caracterizan el trabajo artístico de Nadín Ospina. Se trata de un nuevo desarrollo de su serie Colombialand, el que incide de manera especial en la crítica de las visiones tópicas y los estereotipos que, desde fuera, se aplican a Colombia. En Colombialand, con una gran intensidad de síntesis plástica, se desvela cómo las ideas simplistas y deformantes lo contaminan todo, incluso lo pretendidamente más inocente: el universo de los juguetes, en el que, desde niños, se genera y forma una concepción del mundo.

"Colombialand es una denuncia del proceder de la empresa LEGO y una apropiación de su cliché latinoamericano, con el fin de profundizar visual e irónicamente en todas las variantes icónicas de esta utilización perniciosa de los estereotipos colombianos."

Nadín Ospina, es uno de los artistas colombianos más reconocidos de su generación. Su interés en los procesos culturales y sus problemáticas le han llevado a producir una obra abiertamente crítica y de un intenso valor plástico.