Desde muy joven he tenido afición por la pintura. Comencé pintando sobre sacos de arroz del molino de mi padre, utilizando unas pinturas al oleo que tenía mi madre, que también pintó con cierta gracia antes de tener obligaciones familiares. Recuerdo las pinturas un poco resecas por el tiempo y usaba como disolvente aceite de oliva. Asistí a clases de pintura, y utilicé óleo, acuarela, guach, pero las obligaciones familiares me hicieron abandonar la práctica activa de la pintura, era complicado compatibilizar los tubos de pintura con las papillas, la música y el deporte de mis hijos, o tener que compartir mis trazos con los brochazos de mi hija de 4 años.
Cuando pasó el tiempo y cesaron estas obligaciones, porque mis hijos se hicieron mayores, retomé mi afición, pintado camisetas, dibujando modelos para vestidos, abanicos y por fin empecé con la seda estos últimos años, pintando pañuelos, chales, mantones, e...incluso he pintado tela para hacerme trajes, que he confeccionado yo misma. Tengo actualmente más de doscientas piezas.
Mis amigas de Cartarroja me animaron a exponer mi obra, buscándome incluso una sala de exposiciones en el Ayuntamiento (Palau Vivanco) y las compañeras de costura de Canet d’en Berenguer hicieron lo mismo en este pueblo. Posteriormente busqué personalmente otras salas, principalmente de las Obras Sociales de las Cajas de Ahorro, Diputaciones, Ayuntamientos, Museos etc., habiendo hecho, hasta la fecha, 38 exposiciones en distintas ciudades y pueblos de España.
Combino la pintura en Seda con la reproducción de azulejos de las cocinas Valencianas del siglo XVIII, tomando como modelos los de las bonitas cocinas que hay en Carcaixent (Casa de la Marquesa), Benicarló, Cinc Torres, Museo de Cerámica de Valencia. Los motivos de estos azulejos me sirven a veces para llevarlos a los pañuelos.
En los tres últimos años he podio colgar una obra mía en la “Exposició Internacional d’ Art Textil ART AL VENT” de Gata de Gorgos, donde acuden cada año artistas textiles del mundo entero, colgado en los balcones sus enormes piezas (260 cm x163 cm). Este año se han colgado 128 obras de 26 países.
Mi obra no obedece a un programa metódico, es generalmente fruto de ideas que surgen en algún momento del día, que a veces plasmo en pequeños bocetos que guardo en una carpeta, o que bien dejo y olvido hasta que vuelven a mi cabeza en otro momento.
Un día preparo el bastidor, busco algunas ideas y empiezo a desarrollarlas. El color me lo da la luz del día, la tonalidad del mar, el cielo y las plantas que veo desde mi casa y, para ser más sincera, los colores que me van quedando en los botes.
Trabajo la seda con diversas técnicas, guta, rotulador, sal, alcohol etc; Prefiriendo utilizar la guta, con la que perfilo el dibujo y luego voy superponiendo capas desde las tonalidades más suaves a las más intensas, buscando así el tono final que me parece más adecuado para cada parte de la obra.
Carmen Ramón Mesado
Entrada actualizada el el 10 ago de 2018
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