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En la peculiar apropiación que se realiza a partir de la reproducción de las ... obras seleccionadas, procedimiento que la artista llama pintura- collage, se nos muestra como procedimiento que infiere una nueva estructura sintáctica a la pieza original, generando nuevos contenidos y una nueva estructura compositiva; todo lo cual dotará de una forma diferente a las imágenes de las que se parte para realizar la acción poética.

En base a los procedimientos mencionados, la artista consigue crear una percepción totalmente onírica de obras clásicas, sedimentadas en nuestro imaginario colectivo con una lectura unívoca, cerrada... Son obras que tipificamos como modelos académicos que han sido, y son todavía, instrumentos validos para la enseñanza de las Bellas Artes, e hitos para la Historia del Arte occidental.

El carácter trasgresor de las piezas, no se consigue siguiendo la estela del dadaísmo, es decir, mediante la introducción de elementos que ataquen con claridad los valores que transmite -de forma casi inmutable- la obra, sino mediante el delicado extrañamiento de la misma. Para ello, la artista se sirve de elementos visuales que potencien alguna de las lecturas posibles de la obra, lo que ataca directamente su identidad visual de modo mucho más sutil: el espectador se sabe ante una imagen familiar, pero no la identifica de forma inmediata.

La artista consigue un primer impulso de empatía con el público, mediante un engaño visual. Tiene que hacernos creer que lo que vemos es Rembrant o Bernini, para lo cual selecciona fragmentos de obras que cuenten con entidad por si mismos, con el fin de que se identifiquen como motivos característicos del artista elegido. Además ejerce una aproximación a técnicas tradicionales de representación utilizadas en la creación de la obra original. Por ejemplo crea, una especie de conceptual trampantojo, al transferir imágenes digitales a soporte lienzo y hacernos creer que estamos ante una obra de pintura antigua, al retocar la imagen transferida con pintura al óleo.

En otras ocasiones subvierte las leyes de la perspectiva forzando al máximo las propias fórmulas de representación utilizadas en la obra de la que se parte. Así, interpreta la fórmula barroca del personaje que se encara con el espectador y lo invita a ser copartícipe de la escena. Pero ahora, la idea de escena se pierde y ese personaje es la propia artista: una viajera que ya ha pasado al otro lado del cuadro, que ha penetrado en sus tripas y que nos invita a compartir su viaje.

La obra de Anasor Ed Searom es la historia de un viaje a través del paisaje de nuestra cultura, de nuestra forma heredada del ver el mundo, de nuestra manera de desear, de ver y vivir la belleza a través de los iconos de su arte..., que nos brinda una mirada sobre el mundo más libre, más divertida y más poética, en definitiva, más surrealista.

La artista, consigue poblar con sus ensoñaciones aquellas obras del pasado ya consumidas por su carácter suntuario, desvelando en ellas, contenidos oscurecidos por años de historia. Consigue penetrar en ellas, sentirlas, y trasmitirnos su vivencia. En virtud de la suma de todos esos sutiles procedimientos aplicados a imágenes -miles de veces reproducidas, y por tanto deslexicalizadas-, en esta suerte de ejercicio de disección, análisis y fusión poética de las piezas, consigue que estas recuperen su alma perdida.

Reconvertidas para nosotros en terreno abonado para la fantasía, las obras de Anasor Ed Searom nos conminan a iniciar un viaje hacia el universo recóndito y añorado del mito que duerme en nuestras conciencias, donde las imágenes no constituyen puertas infranqueables, sino caminos abiertos a otros mundos.