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En los últimos cuatro años la Fundación Museo Vivo ha desarrollado varios proyectos en defensa del mecenazgo de la obra gráfica, apostando de manera creciente por las calidades y la rigurosidad selectiva. El resultado fueron hermosas aventuras asumidas como homenaje al coleccionismo privado, esa extraña afición que alguien definió como un túnel del tiempo donde quien entra ya nunca quiere salir.

En 2003, Museo Vivo organizó en colaboración con Cajastur una exposición titulada La obra gráfica en las colecciones privadas, con artistas que desarrollaron sus trabajos a partir de los años sesenta del pasado siglo. La colección, que se expuso de forma itinerante, fue un excelente ejemplo de apoyo y respeto a esta disciplina. En 2004, la Fundación Museo Vivo editó un grabado de Juan Barjola que, desgraciadamente, fue el último del autor extremeño de nacimiento y asturiano de adopción, que fallecería unos meses después. En esta hermosa obra ... titulada Nube, personaje y perro se fundían los principales registros del artista, su compromiso con la pintura y el gesto dibujado, de espacios más o menos figurativos y un ético compromiso de vida. En 2005 se encargó el grabado a un artista nacional, Julio López Hernández, que lleva décadas plasmando sus imágenes desde lo cotidiano, en la absoluta delicadeza, sin obsesiones, desde el silencio bien entendido. El reto se resolvió con la traducción a plancha metálica de uno de los dibujos expuestos en la muestra La escultura durmiente, del pintor madrileño. Y hace unos meses, el elegido fue Ricardo Licata, que estampó la obra Don Chisciotte en pirograbado sobre madera, homenaje al personaje cervantino. Una peculiar caligrafía pictórica de este inquieto y excepcional artista italiano, amigo de la transcripción de la música y otras emociones a puros elementos plásticos.

Ahora, de nuevo en colaboración con Cajastur, la Fundación Museo Vivo vuelve a explorar en el coleccionismo privado para superarse a sí misma, con una vasta exposición itinerante de obra gráfica que recoge la historia del arte desde principios del siglo XX hasta nuestros días. Las firmas elegidas hablan por sí solas. Se trata de un vasto panorama de aportaciones entre las superficies densas y los vacíos expandidos, entre herencias y referencias, atmósferas profundas, postulados neoplásticos, minimalismos, ritmos conceptuales y sutiles revisiones de las vanguardias que constatan la diversidad de esta magnífica exposición que nos ocupa.