Recoge en su obra la memoria del tiempo. Mario Marini es él y la circunstancia de una sociedad postindustrial. De ahí que trate de recrear en sus cuadros, en sus esculturas, las formas y los rasgos de una dinámica que, como la naturaleza misma, es crecimiento con renuevos, como ecos de muchas maneras. Se ha hecho a sí mismo, estudiando, practicando el dibujo y las técnicas del grabado; indagando en los procedimientos y las dimensiones, hasta que en 1988 sorprendió con su obra en una galería madrileña; los cuadros de Mario Marini, escribía Tomás Paredes plasman "el sentimiento de la degradación de lo vivo". Ya entonces el artista había mostrado sus trabajos iniciales en colectivas abiertas en Madrid y Huelva. Pero es a partir del 88 cuando sus realizaciones atraen la atención de la crítica; es el año en que una obra suya recibe el ... Premio del Público en la Cafetería-galería El Ratón, de Madrid. Después la obra de Mario Marini se ha apreciado en certámenes y colectivas, ferias -ARCO, Art-Chicago, SAGA París, o ESTAMPA- y bienales. Y en individuales celebradas en Madrid, Sevilla y Barcelona, París o Alcalá de Henares, ciudad donde una obra de Mario Marini obtuvo el Primer Premio de Pintura "Ciudad de Alcalá", en 1996; al año siguiente recibe el Premio Asociación de Amigos del Museo del Grabado Español Contemporáneo, de Marbella; Premio-adquisición en el Certamen de Arganzuela (Madrid); Premio del Ayuntamiento de Madrid en el 66 Salón de Otoño, 1999…