Cuadrado sobre cuadrado... y así hasta el infinito reúne piezas de dos series recientes en las que Andrés Planas ha experimentado con "unidades mínimas de composición" y cuyo resultado es una propuesta formulada por encima de cualquier condicionamiento ideológico, social o personal. Todos los elementos visuales se mueven en un único plano y en la misma superficie. Es un tributo a Malèvich y, como tal, es arte emancipado de cualquier paradigma y en cuya factura únicamente intervienen la forma y el color, los dos parámetros que constituyen en esencia la pintura.
Andrés Planas, que ha transitado por la figuración, el expresionismo abstracto y el ready made, se somete en esta exposición a una formulación basada en la economía cromática y la austeridad formal, construyendo un espacio alejado de la representación para acercarse a la pureza geométrica. Su propuesta es simple: una síntesis de forma y color, sin figuración, sin significados simbólicos,...sin virtuosismo técnico, sin ninguno de los envoltorios que enmascaran la naturaleza de la pintura.
Sus ecuaciones visuales son la defensa al valor expresivo de las formas más elementales. Libre de la objetividad, sus "cuadrados" son diseñados específicamente para suprimir cualquier referencia material y expresiva. Por medio de la combinación lógica y racional de estas unidades, Planas sustenta un proyecto estético a la manera del constructivismo, según el cual la misión del arte no es embellecer la vida, sino organizarla.
Entrada actualizada el el 22 dic de 2014
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