El diseño, en su esencia, está formado por tres componentes: la innovación estética, la aportación de sentido crítico (voluntad transformadora del mundo) y su participación dentro del mercado. En un mundo globalizado por el sistema capitalista, el diseño ha dejado atrás sus dos primeros ejes y ha pasado a estar al servicio del mercado en vez del pensamiento. Así pues, el diseñador se ha convertido en un procurador de elementos de confort, con el objetivo de que nuestra relación con el mundo se convierta en menos dolorosa, y de esta manera se mantenga lo que conocemos como sociedad del confort.
Nos encontramos con entornos que son la suma de "cozy corners", espacios que identificamos con nosotros mismos y que alimentan el ideal de singularización. Pero, tal y como explica la antropóloga Val Plumwood, detrás de un "cozy corner" siempre hay un "shadow place", todos aquellos lugares desconocidos que permanecen en la...sombra, nos proporcionan nuestros materiales y los bienes que consumimos. El pensamiento ecológico repiensa la aproximación de estos dos lugares y por tanto, es la responsabilidad del diseñador la transformación para que esto sea posible.
Este taller tiene como objetivo devolver el diseño en su esencia, en cuanto a innovación formal y voluntad de generar un pensamiento crítico y ecológico. Abordaremos este objetivo situándonos en un escenario que sólo pueda ser planteado a través de un nuevo tipo de diseño. Desde el punto de vista de la toma en vez del depredador. El escenario que plantearemos será un mundo sin verde, reconstruyendo el futuro con el fin de aportar respuestas al presente.
Profesorado
Ona Harster
A quién va dirigido
Programa abierto a todos los públicos.
Entrada actualizada el el 20 may de 2019
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