El Capital y su ADN

16 personas en una habitación y sus efectos genéticos

Han pasado muchos años desde que en 1927 Sergei M. Eisenstein decidiera anotar en sus diarios su firme intención de filmar 'El Capital' de Karl Marx, su proyecto frustrado sembró las bases para que otros iniciaran sus propios proyectos con el mismo fin.

Las tentativas documentales de Vertov, Kulechov o la FEKs e incluso la metodología de Einsenstein tan denostada por la internacional situacionista (el cine-palabra, cine-imagen, cine-frase) dieron su fruto en una de las figuras de estos últimos, Guy Debord.

'La sociedad del espectáculo' magistralmente concebida por Debord, ... culmina la andadura de Einsenstein con un estilo muy similar, la concatenación de planos supeditados a una narración con un carácter marcadamente político.

No obstante la revisión personal que Debord hace de 'El Capital' tiene nada, o muy poco que ver con las ideas que Einsenstein plasmó en sus diarios. De igual modo Marcello Mercado nos presenta en esta exposición su propia interpretación de la obra de Marx, utilizando para ello un discurso muy personal.

La exposición consta de 9 pinturas al Óleo con ADN del ligustro de la tumba de Calvino[1] y Saúco[2] sobre papel. 64cm x 50cm.

Estas son 9 de las 16 cabezas de desconocidos (que ahora son visibles) que habitaban en la calle Vulcan Número 212 en Londres en 1865.

La cifra se completa con 25 dibujos (Tinta china sobre papel, 29,5cm x 42cm) que especulan sobre los efectos genéticos de esas 7 personas restantes.

Finalmente, un fragmento animado corona la sala principal. Este fragmento se basa en uno de los principios fundamentales de la obra de Marx:

El carácter doble de la mercancía y el trabajo.

Así, el video, presenta constantes dualidades, metáforas cruzadas o dicotomías encubiertas.