El continuo movimiento y la perpetua evolución son claves para entender la historia del arte aunque, a su vez, suponen un gran escollo a la hora de resumir en un espacio concreto la trayectoria artística de una zona delimitada o de un tiempo determinado. De Picasso a Barceló: la evolución de la forma y del color pretende recorrer el arte español desde el siglo XX hasta la actualidad, es decir, busca recopilar en un mismo espacio una representación de poco más de un siglo de historia. Una delimitación de tiempo que, a simple vista, podría parecer incluso corta, pero que incluye una amplia gama de estilos. Tras arrancar en las vanguardias históricas personificadas en Pablo Picasso u Óscar Domínguez, la exposición abarca hasta las obras más significativas de los genios del arte contemporáneo como Miquel Barceló.