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Desde el papel como epicentro de su obra, surge el universo de Miriam Hernanz. Un universo vital en el que la naturaleza es la gran protagonista.

José Manuel Caballero Bonald nos ofrece en sus versos la pauta para adentrarnos en él: 'ya está en vilo la vida: irrumpe desde el fondo placentario de los hornos'. Así nacen sus esculturas de porcelana: formas vivas, orgánicas, vinculadas a la tierra y su esencia. Formas que se expresan a través de su propia materia y que se mimetizan con la textura y el color blanco del papel.

La naturaleza se acomoda también en sus grabados vista como en un juego caleidoscópico de pequeñas ventanas circulares, tamizada por una luz blanca que sin distorsionarla, la multiplica o la fragmenta. Imágenes de mapas y amplios horizontes de los que emergen palabras invitándonos a ir más allá, a descubrir y explorar nuevos territorios que pueden estar en nosotros o fuera de nosotros.

Hacernos sentir colocando ante nuestros ojos un universo natural que nos une a lo orgánico y nos devuelve al mundo de los sentidos, blanco y puro, concebido desde la sutileza y la belleza, sin artificios, un universo en el que sumergirse, en el que un instante se puede prolongar en el tiempo para disfrutarlo, para sentirlo...para alimentar nuestro espíritu. Este es el propósito de esta extraordinaria artista.