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Sus lienzos se pueblan de objetos aislados sobre una superficie neutra que se convierten en una herramienta básica para investigar sobre la percepción en la pintura. La sensación de corporeidad de estos objetos pintados, la ilusión de tridimensionalidad, son una continua referencia a lo escultórico; sus cuadros buscan traspasar los límites de la propia pintura; las figuras en el lienzo deben poder rodearse, percibirse desde todos sus ángulos, y de esta forma, liberar a la pintura de sus propios condicionantes. Lo figurativo en Thomas Jocher no es sólo una excusa para hablar del proceso de percepción, su iconografía de objetos cotidianos nos muestran el interés del artista por mostrar la débil barrera entre conceptos tan dispares como la seducción y la repulsión, el gusto y el apetito: así, el espectador, se acerca con una especial proximidad a sus objetos que, siempre fuera de ... escala, son tratados como cuerpos de calidades carnosas.

La serie de obras que presenta en la Galería Metta, con el título genérico "DEVOLVER A LO DESNUDO SU VELLO. UNSHAVEN REALITIES", abarca un periodo de trabajo de los últimos tres años. La pintura como juego en el que se contradicen entornos iconográficos clásicos de paisajes y naturalezas muertas, con representaciones carnosas de elementos ajenos al idealizado mundo pictórico; cajeros automáticos, frutas, simios sobre fondos Leonardescos; presencias que interrogan la mirada del espectador por su cualidad pictórica de perspectiva invertida, los cuadros nos miran a nosotros más que dejarse mirar o ser simples objetos para ver a través de ellos lo representado.

Especialmente interesado en investigar las convenciones de la percepción de la mirada del espectador frente a lo representado, en los cuadros de Thomas Jocher las contradicciones respecto al gusto, la elegancia, la comida y el sexo adquieren un modo pictórico de exposición, que invitan al espectador a cuestionarse su mirada sobre lo visto. El espacio y la ilusión se mezclan con la atracción y la repulsión, la visión tiene que acomodarse frente a las diferentes sensaciones físicas que provocan los temas de sus pinturas.