Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- La artista brasileña Beth Moysés trajo a la ciudad de Zaragoza la performance Diluidas en agua con motivo de la celebración de Expo Zaragoza 2008, resultado final de un laborioso proceso desgranado hoy en la Sala Juana Francés de la Casa de la Mujer, dentro del programa de actividades para el 25 de Noviembre Día Internacional contra la Violencia de Género. El arte ha servido siempre como vehículo para cuestionar el orden establecido. Desde los años setenta muchas mujeres artistas utilizaron la performance y el vídeo como medios de expresión que, exentos de la tradición masculina de la pintura y la escultura, les otorgaban una presencia activa en el mundo del arte, sentando así las bases de la actual reivindicación feminista en el campo de las artes visuales. Tras la pionera Ana Mendieta, a mediados de los años ochenta otras artistas latinoamericanas comenzaron a reflexionar sobre la identidad de género en sus creaciones. Buenos ejemplos de ello son Tania Bruguera (Cuba), Teresa Serrano (México), Priscilla Monge (Costa Rica) o Beth Moysés (Brasil). Beth Moysés centra su obra en el problema de la violencia contra la mujer recreando un universo femenino contrapuesto al masculino. Su fuerte compromiso con el activismo feminista le lleva a colaborar con grupos de mujeres víctimas de la violencia de género y esto hace que sus creaciones trasciendan la experiencia estética y se conviertan en una reivindicación de cambio social. A partir de las vivencias de mujeres marcadas por traumáticas relaciones sentimentales, Beth Moysés traslada al espacio público un sufrimiento privado que en realidad es un mal social que nos afecta a todas las personas. Sus performances son como rituales de expiación de las culpas y purificación del alma. Estas acciones comienzan siempre con un cortejo de mujeres voluntarias, siempre vestidas de blanco y que llevan consigo objetos que, bien sean ovillos de lana, rosas, guantes bordados o pastillas de jabón, representan el trauma que ha de ser superado. Desde 1994 la artista utiliza el vestido de novia como metáfora de la esperanza y los sueños de amor que la mujer deposita en su pareja. La blancura del traje de novia o de los vestidos de Diluidas en agua simboliza la pureza del compromiso que asumen las mujeres en una relación de pareja y que en muchos casos entraña la violencia más espantosa a manos de sus compañeros. Cortejos de novias han recorrido Sao Paulo y ciudades españolas como Cáceres, Madrid o Sevilla, entre otras, repartiendo amor por el espacio urbano en forma de pétalos de rosas para acabar enterrando las espinas que representaban su dolor, como en Memoria del afecto, o arrancando las espinas mientras enumeraban cada uno de sus sufrimientos en pareja, como en Deshaciendo nudos. La performance Diluidas en agua que tuvo lugar el 11 de Julio de 2008 en el recinto de la Expo de Zaragoza fue la culminación de una experiencia artística que no habría sido posible sin la colaboración de 20 mujeres víctimas de la violencia de género. Beth Moysés acudió a la casa de acogida y pidió a las auténticas protagonistas de esta obra de arte que escribieran sus experiencias e ilusiones en el forro de unos vestidos blancos. La violencia de género destruye la identidad y la autoestima de la mujer. El hogar, entendido como confortable nido de amor, se convierte en una cárcel que aísla a la víctima del maltrato de todos sus vínculos afectivos y del mundo real. Su única conexión con el exterior es su verdugo y por ello intenta buscar en él cualquier atisbo de humanidad. La terapia en grupo y la escritura favorecen la cura de sus heridas, aunque las cicatrices, visibles e invisibles, siempre les recordarán su pasado. Como en un ritual para expulsar sus demonios, las mujeres acogidas dejaron constancia sobre los vestidos de sus sueños frustrados y de la pena y la ira que causa en ellas reconocer en su pareja a un monstruo con frases como Eres un cáncer escondido y lento o Me hiciste creer que era una reina, mentira!!!.Tú te creías el rey y te aprovechaste de mi deseo de amar. No sabes lo que es amar. Terminados los vestidos, otras 20 mujeres voluntarias se los pusieron en la performance que diluiría en agua el dolor en busca de la esperanza de una sanación. Tras el solemne cortejo, las mujeres situadas en círculo se quitaron los vestidos descubriendo las escrituras y dibujos sobre los forros y comenzaron a lavarlos en palanganas. El agua se tornó roja, color de la vida, del amor y del sufrimiento, quedando en ella el horror que se quiere superar y el futuro de nuevas oportunidades que espera a las víctimas del maltrato. Antes era un ser al que se le podía usar, despreciar, violar, apuñalar, insultar, pisar, aplastar con la excusa de que me quieres y de que sin ti no soy nada. Ahora sin ti sí que por fin puedo ser yo, la mujer que yo quiero. La obra de Beth Moysés consigue implicar al espectador en un problema que hasta hace poco fue considerado un aspecto más de la vida privada de una familia. Como escribió la poetisa Adrienne Rich Bajo mis párpados unos ojos nuevos se han abierto. La violencia de género no entiende de raza, edad o clase y por ello toda la sociedad debe trabajar unida para erradicarla porque El amor no fue aquello. El amor es otra cosa.
Propuesta final del proyecto realizado con motivo de la EXPOZaragoza 2008.
Exposición. 14 may de 2025 - 08 sep de 2025 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España
Formación. 30 oct de 2025 - 11 jun de 2026 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España