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Don Eddy (California, 1944) es un pintor afincado en Nova York que obtuvo el reconocimiento inicial como artista hiperrealista durante los años 60. A pesar de ser uno de los máximos exponentes de su generación y marcar toda una época, no ha expuesto nunca individualmente en el Estado. Ahora el MEAM (Museo Europeo de Arte Moderno) presenta del 11 de febrero al 30 de marzo ocho de sus recientes trípticos, creados entre el 2005 y el 2011: Nostos I: There is no Road to Grace's House (2005), A River Called In Lumen Profero (2008), Last Few ... Tears (2008), Eon (2009), My Brother's Keeper (2009), Place Bandit IV (2009), Revelation Rain (2010) i Mono No Aware II (2011). Estos últimos trabajos del maestro americano se han ido apartando del realismo fotográfico, que había caracterizado sus primeras etapas, para explorar el reino de la metafísica. Sus piezas disfrutan de una excelente cotización en el mercado del arte actual.

En sus primeras obras de la década de los 60 y 70, Eddy realizó un homenaje a los coches y al paisaje urbano estadounidense. Algunas de ellas formaron parte de la impactante exposición Hiperrealismo 1967-2012, inaugurada en el Museo Thyssen-Bornemisza el mes de marzo de 2013 y centrada en las tres generaciones de artistas que tomaron como referentes los motivos de la cultura pop y el capitalismo postindustrial. El cartel de esta muestra fue precisamente un cuadro de Don Eddy con sus emblemáticos automóviles.

En la década de los 80, su trabajo se orientó hacia los objetos, representando cristalerías, barcos y juguetes en una serie de estantes de cristal reflectante. Ya hizo servir en aquellos años los polípticos (pinturas con diversos paneles), yuxtaponiendo imágenes poéticas y haciéndose eco de los ecosistemas y las relaciones entre ellas.

Los trípticos que se podrán ver en el MEAM

El formato y las técnicas que Don Eddy ha hecho servir para crear cada una de las pinturas que se podrán ver en el MEAM son las características distintivas de su obra. Cada cuadro es la suma de tres paneles individuales, separados por espacios de 2.54 cm uno del otro. Sus imágenes están inspiradas en fotografías y pintadas con un aerógrafo que tiene 55 añs. Se trata de técnicas del arte comercial que hoy son plenamente vigentes pero que en los años 60 eran fuertemente controvertidas. En tercer lugar, los cuadros están pintados utilizando un elaborado sistema de entre 15 y 25 capas de pintura, una técnica habitual en el arte pre-moderno de a 'Europa Occidental pero no tan común en la pintura contemporánea.

Con los polípticos, Eddy quiere reflejar una de sus principales preocupaciones: la tensión entre la percepción y la experiencia. Para el, la riqueza de la experiencia está cerrada en cosas simples, que quiere trasladarla al contexto artístico mediante la relación establecida entre las tres imágenes. Con su obra apunta una nueva relación entre el artista, el trabajo y el espectador.