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El título de esta exposición surge de una simple pero inquietante imagen tomada de la historia de Jean-Luc Nancy, un hombre con el corazón de un extraño en el pecho. Como en esta exposición, un cuerpo debe lidiar con la presencia de otras presencias intrusas.

'¿Qué le pertenece a cualquiera?'le preguntaba el cineasta Jacques Rivette a Serge Daney. 'Tal vez solo nuestra propia piel, e incluso entonces, ¿estamos seguros de que nos pertenece?' Esta exposición examina estos impulsos en el arte actual con piezas que son metáforas de nuestro tiempo y que plantean preguntas a cerca de ... las relaciones entre el estatus económico y social de nuestro tiempo y el cuerpo, lo doméstico, lo psicológico, etc...cuestiones sobre qué es lo que nos pertenece y a su vez a qué pertenecemos nosotros.

Esta exposición refleja mas un modo que un tema explícito y está construida como una novela picaresca, donde una cosa lleva a la otra por medio de accidentes, desvíos y asociaciones oblicuas. A través de ciertos ecos y conexiones los temas van apareciendo progresivamente: la repetición, la presencia y el ritual en la construcción del objeto artístico, la exploración del marco institucional, las formas narrativas, el artista como actor y la obra de arte como documento performativo...

Cada relación o yuxtaposición de obras privilegia tanto los puntos de partida de cada autor y obra como sus posibles intereses compartidos. La intención, en último caso, es lograr que al contraponer diferentes autores y tipos de trabajos, una nueva conversación pueda aparecer. Sobre la selección de obras en la exposición, Paneque dice:

'La mayoría de las piezas han sido rescatadas de la memoria. Ya las había visto anteriormente y por diferentes cualidades habían despertado mi interés. Cuando Michel me propuso que organizara una exposición me sedujo la idea de volver a verlas, reunirlas y ver si podría encontrar otro tipo de lectura más profunda de las mismas. Quería probar que estas obras originales no sufrirían al jugar con ellas y al ser, en cierta forma, recicladas y deconstruidas junto a otros objetos. No me gustan los trabajos que adelantan sus respuestas como si fueran premisas. Es fundamental a la hora de crear obras de arte observar lo que uno hace y qué es lo que hace uno en una situación específica. Después de algunos merodeos iniciales, dos obras de diferente naturaleza despejaron el camino para la selección final de obras. En primer lugar, la descripción verbal que escuché de una acción realizada por la artista Luz Broto en 2009, que infligiendo un gesto mínimo a un objeto propone cuestiones sobre el espacio donde puede inscribirse lo artístico y altera sutílmente el orden de lo cotidiano. En segundo lugar, la película de Jorgen Leth 'Good and Evil', 1975.

'La vida' -escribe Jorgen Leth- 'tiene que ser minuciosamente diseccionada. ¿Cuál es el significado profundo que se esconde tras lo que la gente hace, habla o siente? La película intenta responder a esa pregunta distinguiendo entre el bien y el mal, entre la belleza y la fealdad, entre el cuerpo y la expresión facial, entre los instintos y la razón, entre la palabra hablada y los gestos, entre un gesto tierno y una simple taza de café...tiene que existir algún tipo de orden a nuestra locura'.

Siguiendo una lógica similar a este sistema de opuestos, también las obras expuestas han sido confrontadas a una serie de 'objetos encontrados' para lograr entenderlas mejor...

También el subtítulo de esta exposición podría ser: cuerpos, caras y cosas.

Hacer listas de nombres es excitante y estúpido a partes iguales. Se tienen que escribir muy rápido, como en un juego surrealista, para no olvidarse de lo esencial. Hoy es así, mañana será otro día...

Michel Soskine adora los juegos surrealistas