José Revueltas (1914-1976), el hermano menor de una sobresaliente familia de artistas (Silvestre el músico, Fermín el pintor y Rosaura la actriz), dejó una vasta obra literaria que lo coloca, para unos, como el último representante del realismo crítico y para otros como un autor difícil de encasillar. Si bien es cierto que retrata una realidad sórdida y flagelante, abordarlo con la única perspectiva de la denuncia social sería reducir la importancia de una obra que rebasa por mucho a la crónica de la fatalidad o al relato de la tragedia. El trabajo de Revueltas elabora, a partir de estos temas, un universo complejo, plagado de planteamientos de orden ético y filosófico, sin abandonar jamás la estética literaria.
Como a los personajes de sus novelas, le llegaron a él también las horas convulsas: pisó la penitenciaría cuatro veces desde los 14 años de edad; estuvo en 1932 y en 1934 en...las Islas Marías, lugar de referencia para Los muros de agua (1940); y en 1968 en la cárcel de Lecumberri por su apoyo al movimiento estudiantil. De este último encierro, se desprende su novela corta El apando (1969).
Fue un ferviente estudioso de la teoría marxista. Perteneció al Partido Comunista Mexicano, de donde fue expulsado dos veces. Los días terrenales (1949) es quizás una de sus obras más polémicas: los duros juicios por parte de colegas y camaradas lo llevaron a retirarla de circulación.
El intenso y productivo quehacer político e intelectual de Revueltas incluyó también la reflexión en torno al arte y los artistas de su tiempo. En esta especialidad, su archivo, resguardado en la Universidad de Texas en Austin, contiene escritos filosóficos y consideraciones sobre la obra de José Clemente Orozco, Fanny Rabel, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y Olga Costa, entre otros. Si sus textos sobre estética se adhieren a la lógica del materialismo dialéctico, en las reseñas de autores es más suelto y da cabida a conceptos como "el arte universal". Es José Clemente Orozco quien encarna mejor sus hipótesis. En Orozco halla la grandeza del arte comprometido, apartado del objeto burgués, que simultáneamente es capaz de crear un lenguaje alejado del panfleto y que alcanza la universalidad. No nos extrañe pues encontrar en sus ensayos de estética un apego casi literal a las ideas marxistas. De aquí la cita en sus propios apuntes del término: "el ojo grosero, el ojo no humano", que se refiere al estado previo a la relación entre sujeto y objeto que deviene en objeto humanizado, en objeto social.
Este homenaje del Museo de Arte Moderno al escritor José Revueltas en el centenario de su nacimiento nos aproxima a un territorio poco conocido en su trabajo: la crítica de arte, puesta en diálogo con obras de la colección permanente cuyos autores él analizó. Sus textos son una ventana al mundo revueltiano y al proceso de humanización del ojo a través del arte.
Marisol Argüelles
El archivo José Revueltas se resguarda actualmente en la Nettie Lee Benson Latin American Collection / Teresa Lozano Long Institute of Latin American Studies / The University of Texas at Austin.
Imágenes de la Exposición
El ojo grosero. José Revueltas crítico de arte
Entrada actualizada el el 16 jul de 2014
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