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Hace un par de meses, el Museo de Bellas Artes de Santander abría un nuevo espacio dentro del mismo denominado Espacio MeBAS, dedicado al ensayo e investigación artísticos y a proyectos de jóvenes creadores pero con una obra en clara ... progresión. Un ámbito al mismo tiempo abierto a experiencias artísticas innovadoras. Se inauguró con la obra del cántabro Fernando Navarro. A esa muestra le sucedió una colectiva de creadores ingleses y cántabros que trabajan con el lenguaje expresivo, vital y colorista del graffiti y del Street Art. Es ahora el mexicano Salvador Díaz quien ocupa la pequeña sala y nos invita a entrar en diálogo con sus propuestas.

Nacido en Ciudad de México en 1977, realiza estudios de Filosofía y Letras paralelamente a su formación plástica autodidacta, participando en numerosos cursos y talleres impartidos por artistas internacionales. Actualmente reside en Monterrey. Ha realizado un gran número de exposiciones individuales en México, Estados Unidos e Inglaterra principalmente, además de participar en un gran número de colectivas en América y Europa. Su obra forma parte de prestigiosas colecciones públicas y privadas. Entre las primeras, cabe citar la del Centro Galego de Arte Contemporáneo, CGAC, de Santiago de Compostela. Al mismo tiempo, ha mantenido una presencia habitual en importantes ferias internacionales, como las de Colonia, Chicago o ARCO en Madrid. Su primera individual en España la hizo el pasado año en la galería Fernando Pradilla de Madrid.

Se van a cumplir cien años de la utilización de la técnica del collage que incorporaron a la práctica de la pintura Braque y Picasso. Desde entonces, desde el atrevimiento de sus primeras composiciones con los periódicos pegados al lienzo, han sido muchos los artistas que con múltiples variantes la han venido practicando. Los dadaístas europeos, los pop art americanos, nombres de las vanguardias históricas como Schwitters, Duchamp, Hamilton, Rauschemberg y tantos otros, como el mexicano Alberto Gironella, ya que de un artista de México estamos hablando. En España no se puede olvidar a Equipo Crónica.

Salvador Díaz nos presenta en Santander una selección de óleos sobre papel de periódico. Son piezas de pequeñas dimensiones, salvo el políptico que da título a la exposición, de formato rectangular, realizadas en la última década. Las primeras fechadas en el año 2000, las más recientes en 2009.

La exposición lleva por título, antes lo decía, El Príncipe. Del libro de Maquiavelo y de la República de Platón, dos obras inmortales del pensamiento europeo, inspiración y materia de reflexión para políticos, pero también para reflexivos y cautos ciudadanos, Salvador Díaz extrae frases a partir de las cuales elabora sus argumentes estético-críticos. La inspiración literaria como desencadenante de sus creaciones da continuidad a la línea de trabajo que ofreció en Madrid. En aquella ocasión fue El traje nuevo del emperador, el universal cuento de Andersen el punto de partida.

Sobre páginas de periódico desplegadas en las que aparecen noticias de la vida cotidiana, de la realidad que vive nuestra convulsa sociedad de hoy y que él selecciona con la apariencia de un encuentro casual, de una actualidad que sale al encuentro del lector, extiende el óleo o yuxtapone recortes de otros periódicos o revistas. Las imágenes gráficas que aparecen en el papel de prensa, se enfrentan a las que traza Salvador Díaz con los pinceles. Lo mismo sucede con los textos. Los titulares de periódicos y revistas, enmarcados o subrayados con brochazos son contestados por las leyendas que el artista escribe. Las tijeras que recortan los papeles y los pinceles que extienden el óleo, son los transmisores del lenguaje pictórico del artista mexicano.

Hay en la elección de las imágenes y de los textos una clara intención crítica y de denuncia, la cual se hace evidente con la lectura de los títulos de los cuadros. Cito algunos: A huevo, Pierna 13 mil niños sufren explotación sexual, A dar el golpe, El cerro de los cuervos, I love you daughter ... En algunas obras las alusiones políticas son más explícitas: Gonzalitos, Bush y Gore, El vendedor de la guerra, Va por rehenes... La violencia, el erotismo, la guerra, el racismo, los propios medios de comunicación escrita, centran el interés de Salvador Díaz, quien mezcla ironía y dramatismo al jugar con los textos y las imágenes que rescata con una actitud apropiacionista y los grafismos figurativos y gestuales de su personal universo plástico.

En algunas de sus piezas hay una acentuada presencia de símbolos que contribuyen a resaltar aún más la denuncia que pretende el artista. Los cuervos y la asociación que se establece con las aves carroñeras, el sombrero del Tío Sam como icono del imperialismo avasallador americano, las connotaciones eróticas de la imagen de las piernas de una mujer y las posibles referencias al mercado del sexo...

El espectador no queda indiferente ante las composiciones, le provocan un cierto desasosiego, sintiéndose cómplice con Salvador Díaz en las situaciones que denuncia y el sentimiento que inducen. Al mismo tiempo, establece sin querer una asociación con las paredes de las grandes ciudades, con los carteles pegados sobre ellas, sus improvisados collages y decollages, los espontáneos graffitis que juegan con las imágenes que sobreviven a la intemperie, los mensajes críticos dirigidos a los ciudadanos apresurados como gritos que surgen de la pared, conformando un mural que se va creando y destruyendo a la vez. En las piezas de Salvador Díaz hay, sin embargo, un control en la realización y una intención en las alusiones que sugieren, que las dotan de la carga de comunicación que tienen las verdaderas obras de arte.

En resumen, primera exhibición de Salvador Díaz en Santander. El interés que a buen seguro va a despertar su obra hará necesaria una nueva comparecencia suya en Cantabria para dar una información más amplia de su trayectoria artística. Espero que sea pronto.(Luis Alberto Salcines).