Blanca Machuca Casares aúna en esta exposición sus tres grandes pasiones: el teatro, los viajes, y el arte contemporáneo, en una instalación que permite al espectador vivir las distintas sensaciones de los viajes, desde su preparación hasta la vuelta del mismo. Para ello, Machuca crea y recrea distintos rincones y espacios que recuerdan a las habitaciones, a la vez cercanas por reconocibles e impersonales, de los hoteles. Estos pequeños espacios concentran la memoria visual y auditiva de cada aventura, gracias a las acuarelas de los cuadernos de viaje de la artista, enmarcados, ofreciendo la imagen de un momento fijo e inamovible en el tiempo, y a las maletas, inseparables compañeras de cualquier viajero. Estas maletas, colocadas en sillas o en el suelo, esperan silenciosas a sus aliados particulares, al público, para activarse y convertirse en cajas de música, en la memoria auditiva del espectador, ello mediante la interacción de los...visitantes, que deben moverse, abrirlas, cerrarlas, para darles vida. Así, mediante la combinación de imágenes y sonido, la artista consigue transportar al espectador al tiempo propio de los viajes, a un tiempo distinto y ajeno al de la vida cotidiana, que permite aglutinar experiencias únicas. Y es que el tiempo es un elemento fundamental y muy presente en la obra de Blanca Machuca, hasta el punto de ser el eje que vertebra toda la muestra.
Entrada actualizada el el 30 jun de 2019
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