Desde siempre, y en todas las latitudes del mundo, el Toro ha sido considerado un animal de culto, respeto, admiración, símbolo de fuerza y virilidad, e incluso objeto de veneración religiosa.

Se trata de representaciones de un animal que exuda fuerza y es poseedor de un poder particular que lo hace muy atractivo e intrigante.

En su obra, Pommer trae a la vida a estos imponentes astados con cada brochazo, con cada pincelada; pues es sin duda una fuerza taurina la que se apodera de los colores, y cual sangre del cáliz va cargando de impronta, respiración y músculo, a cada uno de sus Toros protagonistas.

El significado simbólico del Toro se ha asociado tanto al mundo funerario como al culto de las divinidades, en ritos y sacrificios. 'Existe una interpretación común visible ... en toda la antigüedad, por muy diferente que sea su morfológica ejecución artística. Esto demuestra que la figura taurina responde a un concepto con significado universal' plantea Pommer.

'Este mismo acercamiento verbal lo hago en pintura, en el lenguaje de la pintura. Pintar es descubrir y entender la imagen como lenguaje, un misterio que acaba por mostrar lo más profundo de quien lo ejecuta. Lo inconsciente se hace consciente, la verdad se revela, explorando el dialogo sutil entre el color y la forma, que es donde la obra tiene que respirar vida, donde se logra una verdad que te satisface, una fuerza expresiva con total libertad', indica el artista, dejando invitada a toda la comunidad a disfrutar de esta muestra compuesta por cerca de una docena de obras que estará instalada en el lobby del Espacio Fundación Telefónica