La muestra es un recorrido a través de tres murales concebidos como homenaje y puesta en valor del sentir de Salamanco hacia quienes lo precedieron en el camino, tanto de la pintura como de la vida en general. Esta instalación en tres niveles evoca tres figuras preponderantes en la formación del artista, quien busca la permanencia a través de sus obras. 'El viaje de Wilson' es un elaborado ejercicio de memoria e identidad que pone en diálogo cada obra con la otra y a su vez con el resto de la sala, la cual permanece en silencio. El espectador tendrá la posibilidad de admirar el conjunto o poder apreciar por separado cada mural. Las medidas de las obras y su disposición en el espacio provocan tanto la perdida de escala del propio espectador en contexto y su posible inclusión dentro de la obra. Al abarcar más de lo que el ojo puede ver de una simple vista o cambiar la escala del objeto representado automáticamente la obra es vehículo de transporte hacia otra realidad.