La abstracción visual de Jaume Amigó está influenciada por las formas sinuosas, las texturas, la materia y los colores de la naturaleza que ha ido descubriendo, viajando por Japón, país que conoció hace ya 25 años. También han sido un referente para él los paisajes que recorrió el poeta Matsuo Bashô y la lectura de su libro “El estrecho camino del interior”. Amigó pinta con acrílico sobre telas de lino o papel de seda elaborado por él mismo. Después de años en que el color negro era la base de su obra, en esta nueva colección, pintada durante el 2018 y el 2019 en su estudio de un pequeño pueblo de la Noguera, es el rojo el que casi tiñe el espacio de la galería. Sus obras rezuman una cierta poesía oriental, como las emociones que sentimos al entrar en contacto con el entorno natural.