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Cada nuevo paso en la trayectoria de Santiago Torralba guarda la idea de inexorabilidad, por su coherencia con el momento inmediatamente anterior y por constituir el siguiente estado lógico, de tal forma que cada obra es un anticipo de la siguiente y una consecuencia de la precedente, quedando siempre intactas sus preocupaciones, pero resueltas de modos diversos. En su caso, pintar es sinónimo de 'espaciar', siendo el espacio resultante algo que queda definido a través de las formas que lo ocupan, por su relación con ellas y por la voluntad de relación entre las mismas. En esta ocasión tiende a la reducción de recursos de un modo enfático.

La severidad de la bicromía trae el recuerdo del sentido trágico que los autores de ... la 'veta brava' del Paso concedían a la utilización del blanco y negro en la pintura. Pero en las obras de Santiago Torralba queda poco rastro de tragedia, dominando en cambio un equilibrio construido a través de sencillas geometrías que introducen acentos y contienen la fluidez del gesto, de tal modo que al enfrentamiento de dos masas de color intelectualmente sentidas como opuestas, se une la articulación de lenguajes, en principio, antitéticos. Así, las cadencias lineales disciplinan la tensión dinámica del trazo gestual sin negarla. Si tomamos esta fórmula como referencia, pueden resultar cercanos los trabajos de Luis Feito. Algo más atrás en el tiempo, las preocupaciones del constructivismo y el arte concreto podrían, con significativas variaciones, interpretarse como raíces de este conjunto de composiciones. Pero incluso sería posible remontarnos sin arriesgarnos demasiado a la Cantoría de Donatello, que en definitiva se reduce a un esquema similar: allí son los pares de columnillas los que imponen a intervalos su rigidez y verticalidad dominando el vivo movimiento de los bailarines y articulando el ritmo del conjunto.

Los 'espacios de tránsito' de Santiago son conflictos resueltos en calma, encuentros armónicos de vocaciones dispares que se sostienen unas a otras, un acuerdo efímero de dos dialécticas tradicionalmente antagónicas: todo fluye, pero todo permanece.